Artículos Cristianos – LA ESCUELA DE DIOS

LA ESCUELA DE DIOS
Efesios 4:13
Empezar un año, en alguna medida es como nacer a un nuevo período de nuestra propia historia, personal,familiar y comunitaria. Asoman a nuestro camino nuevos retos y desafíos heredados de periodos anteriores. Es difícil afirmar, con certeza, cuál será la sazón de estos nuevos tiempos; por supuesto,queremos augurar los mejores tiempos, pero al igual que en períodos anteriores estamos conscientes que la historia tiene momentos pintados con diferentes matices.Quizás uno de los mejores ejemplos para ilustrar esta situación son las comunidades de la iglesia primitiva. Si tuviéramos que presentar la actitud del pueblo de Dios en este período de la historia tendríamos que decir que uno de los momentos que abren el Nuevo Testamento es el proceso de transición espiritual que se origina a partir del nacimiento de Jesús.
Uno de los personajes que representa bien esa coyuntura es Juan el Bautista, quien enfrenta todas las expectativas de proclamarse como el mesías anunciado, pero quien con toda la humildad manifiesta con contundencia: No lo soy.Posteriormente, el apogeo del ministerio de Jesús acompañado de señales del Reino y la enseñanza de unnuevo modelo de humanidad, vendría a ser una transición entre una sociedad en decadencia a una humanidad en esperanza.
Jesús representa durante su ministerio terrenal la mayor experiencia deesperanza; en medio de la muerte hay vida, en medio de la enfermedad hay salud, en medio de la tormentahay paz. En medio de la imperfección humana, está lo divino del Espíritu de Dios depositado a los hombres a través de los discípulos.El tercer gran momento de la iglesia primitiva viene a ser la experiencia de los discípulos de Cristo.Personas inseguras, viviendo a la orilla de la historia, viendo pasar la vida desde el palco.
De pronto,mediante un encuentro personal con Cristo, son transformados, por medio de un proceso sin precedentes,hacia un grupo de visionarios, de transformadores, de gente con la mejor actitud de la historia, capaces dedar vida a un proyecto cuyas bases serían el cimiento de la más grande de las instituciones de la historia,que aún, a la fecha, sigue siendo la esperanza de la humanidad. La iglesia es el reino de Dios presente entre los hombres, Cristo es su cabeza, los hombres somos instrumentos de ese reino.
Quizá la mejor forma de definir la vida sería como un eterno proceso. Un sistema interminable de experiencias de aprendizaje y sobre todas ellas un maestro que conoce a sus discípulos mejor que nosotros mismos, porque es el fabricante. Pablo, el apóstol misionero, se definió como un hombre en eterno proceso de transición. No que lo haya alcanzado ya… afirma… pero prosigo a la meta. Los cristianos ycristianas somos hombres y mujeres en transición hasta alcanzar la estatura de Cristo. La vida es el aula deDios donde nos enseña las más grandes verdades espirituales las cuales van a prepararnos para su reino eterno. Un año es un proceso, la vida es el escenario completo.
Los años pasan, y la vida se va como el viento, afirma el himno. Lo más importante es ser sensibles a esos procesos en los que Dios va amostrarnos cosas muy especiales y que serán determinantes en nuestra formación como hijos e hijas de Dios. Solo hará falta la disposición, de manera que, sea con lágrimas o con sonrisas, el Dios de la historia nos muestra su reino eterno cada vez con mayor claridad en la medida en que nuestros ojos espirituales se abren a esa experiencia, día a día, mes a mes, año con año. Ese proceso demandará disposición y compromiso, elementos que conforman la vocación y que hacen la diferencia entre el éxito y el fracaso en todos los procesos.
Juan Carlos Cárcamo

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LA ESCUELA DE DIOS

Efesios – 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Empezar un año, en alguna medida es como nacer a un nuevo período de nuestra propia historia, personal,familiar y comunitaria. Asoman a nuestro camino nuevos retos y desafíos heredados de periodos anteriores. Es difícil afirmar, con certeza, cuál será la sazón de estos nuevos tiempos; por supuesto,queremos augurar los mejores tiempos, pero al igual que en períodos anteriores estamos conscientes que la historia tiene momentos pintados con diferentes matices.Quizás uno de los mejores ejemplos para ilustrar esta situación son las comunidades de la iglesia primitiva. Si tuviéramos que presentar la actitud del pueblo de Dios en este período de la historia tendríamos que decir que uno de los momentos que abren el Nuevo Testamento es el proceso de transición espiritual que se origina a partir del nacimiento de Jesús.

Uno de los personajes que representa bien esa coyuntura es Juan el Bautista, quien enfrenta todas las expectativas de proclamarse como el mesías anunciado, pero quien con toda la humildad manifiesta con contundencia: No lo soy.Posteriormente, el apogeo del ministerio de Jesús acompañado de señales del Reino y la enseñanza de un nuevo modelo de humanidad, vendría a ser una transición entre una sociedad en decadencia a una humanidad en esperanza.

Jesús representa durante su ministerio terrenal la mayor experiencia de esperanza; en medio de la muerte hay vida, en medio de la enfermedad hay salud, en medio de la tormentahay paz. En medio de la imperfección humana, está lo divino del Espíritu de Dios depositado a los hombres a través de los discípulos.El tercer gran momento de la iglesia primitiva viene a ser la experiencia de los discípulos de Cristo.Personas inseguras, viviendo a la orilla de la historia, viendo pasar la vida desde el palco.

De pronto,mediante un encuentro personal con Cristo, son transformados, por medio de un proceso sin precedentes,hacia un grupo de visionarios, de transformadores, de gente con la mejor actitud de la historia, capaces dedar vida a un proyecto cuyas bases serían el cimiento de la más grande de las instituciones de la historia,que aún, a la fecha, sigue siendo la esperanza de la humanidad. La iglesia es el reino de Dios presente entre los hombres, Cristo es su cabeza, los hombres somos instrumentos de ese reino.

Quizá la mejor forma de definir la vida sería como un eterno proceso. Un sistema interminable de experiencias de aprendizaje y sobre todas ellas un maestro que conoce a sus discípulos mejor que nosotros mismos, porque es el fabricante. Pablo, el apóstol misionero, se definió como un hombre en eterno proceso de transición. No que lo haya alcanzado ya… afirma… pero prosigo a la meta. Los cristianos y cristianas somos hombres y mujeres en transición hasta alcanzar la estatura de Cristo. La vida es el aula deDios donde nos enseña las más grandes verdades espirituales las cuales van a prepararnos para su reino eterno. Un año es un proceso, la vida es el escenario completo.

Los años pasan, y la vida se va como el viento, afirma el himno. Lo más importante es ser sensibles a esos procesos en los que Dios va amostrarnos cosas muy especiales y que serán determinantes en nuestra formación como hijos e hijas de Dios. Solo hará falta la disposición, de manera que, sea con lágrimas o con sonrisas, el Dios de la historia nos muestra su reino eterno cada vez con mayor claridad en la medida en que nuestros ojos espirituales se abren a esa experiencia, día a día, mes a mes, año con año. Ese proceso demandará disposición y compromiso, elementos que conforman la vocación y que hacen la diferencia entre el éxito y el fracaso en todos los procesos.

Juan Carlos Cárcamo

1 COMENTARIO

  1. Gracias, pues me ayudó a complementar el estudio que venía haciendo.

    Que el Señor de gracia y verdad continúe llenando de bendiciones la vida de cada persona que se preocupa por ayudar a otros con estos mensajes.

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