Estudios Bíblicos – Valores perdurables

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Estudios Bíblicos – Valores perdurables

Título: Valores perdurables

Fondo Bíblico: 1 Corintios 13:1-13

Verdad Central: La fe, la esperanza y el amor son evidencias perdurables de nuestra relación eterna con Dios.

Texto Áureo: Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:21

OBJETIVOS DEL APRENDIZAJE

1. Entender lo que es y lo que significa el amor «agape» en relación ron los dones espirituales.

2. Tener en cuenta que muchas veces las buenas obras pueden estar realizándose con malas intenciones, por lo que es necesario que todo sea motivado por el verdadero amor.

3. Tomar la determinación de fomentar en nuestra vida la clase de amor que el apóstol Pablo describe en el capítulo 13 de 1 Corintios.

Bosquejo General

I. Los valores del amor

A. Los dones espirituales exigen amor

B. El verdadero amor es recompensado

II. Las virtudes del amor

A. Es naciente y bondadoso

B. Es humilde y cortés

C. Es perdonador y alegre

III. Los triunfos del amor

A. Nunca deja de ser

B. Es la mayor de las virtudes

Introducción

El intenso interés que Pablo sentía por la edificación de la iglesia lo motivó a hacer todo el énfasis posible en sus escritos acerca de la importancia de los dones espirituales. Esto mismo lo hizo detenerse a la mitad de su discusión sobre los dones para dar instrucciones y definiciones claras acerca del verdadero amor cristiano.

Según el apóstol todos los dones espirituales son inútiles cuando los que los practican no están inundados del amor que se describe en el capítulo 13 de 1 Corintios. El amor es una de las características personales y eternas de Dios. La Biblia declara que «Dios es amor». Este amor de Dios «ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo» (Romanos 5:5). Ese mismo amor fue la causa por la cual el Hijo de Dios fue ofrecido en el Calvario por nosotros (Romanos 5:8). Y ahora se demanda de cada cristiano una manifestación clara y firme de esta inigualable virtud.

La palabra «amor» como se usa en relación con el acto salvador de Jesucristo y la expresión de afecto fraternal entre los hijos de Dios viene del término griego agape. Este es el más puro de los usos de dicho término. Otras raíces de esta palabra serán discutidas más adelante. El propósito de esta lección es madurar el concepto del amor cristiano para que se traduzca en hechos virtuosos que puedan dar testimonio de una verdadera experiencia de regeneración.

Exposición Bíblica

I. .Los valores del amor (1 Corintios 13:1-3)

A. Los dones espirituales exigen amor

Pregunta: ¿Qué contraste nos presenta el apóstol Pablo en estos tres primeros versículosí

Algunos suponen que el contraste ocurre entre el amor y los dones, haciendo más énfasis en el primero que en éstos. Pero un análisis más amplio de las enseñanzas del Nuevo Testamento revela que la voluntad del Señor es que en la iglesia se manifiesten tanto el genuino amor cristiano como los dones del Espíritu Santo. Lo que sí es verdad es que el apóstol presenta aquí un contraste entre la operación de los dones espirituales con amor y la operación de estos sin amor: Estos capítulos que hemos venido estudiando nos demuestran que los dones espirituales son de gran importancia. Dios usa los dones para la edificación de la Iglesia tanto espiritual como numéricamente. Claramente puede verse que la intención de Pablo no era detener la manifestación de los dones, ni siquiera restarles importancia en la adoración. Lo que si se empeña en demostrar es que no importa cuán útil pueda ser un don, si la persona que lo recibe no está llena del verdadero amor cristiano no puede ser un buen cauce para dicho don. Los dones son una manifestación del amor maravilloso de Dios, por lo tanto, los que los practican deben estar empapados de amor.

Para subrayar la importancia y la necesidad del amor, el apóstol menciona siete dones y ministerios en los primeros tres versículos de 1 Corintios 3 y luego hace ver qué es lo que le sucede al que ejerce estas operaciones pero no tiene amor. Debemos recordar que todos esos dones eran muy apreciados en Corinto.

Pregunta: ¿Qué le sucede a una persona que habla en lenguas pero no tiene amor?

Pablo dice que un individuo así viene a convertirse en un instrumento ruidoso solamente. Las lenguas que habla no producen en la iglesia más bendición que la que produce un címbalo en un templo pagano. Una persona que no tiene amor está tan vacía y sin valor espiritual como un címbalo ejecutado sin otro acompañamiento musical. Esto, por supuesto, no significa que las lenguas en sí sean sin senado o que no puedan producir bendición a los creyentes. Pero cuando un creyente habla lenguas sin manifestar amor, está respondiendo al Espíritu Santo en forma limitada.

Siguiendo con la ilustración del «címbalo» podemos agregar que el Espíritu Santo se manifiesta en uno de los miembros del cuerpo de Cristo y éste responde en lenguas. Pero si esta persona no tiene amor no es más que un címbalo que retiñe. Dios espera de nosotros algo más, dado que Envió a su Hijo ara morir por nosotros en prueba de su inmenso amor.

Pregunta: ¿Se implica en el versículo uno que los ángeles tengan una variedad de idiomasí

El propósito de los idiomas es la comunicación entre los que los hablan. Si los ángeles se comunican con palabras entre ellos, un solo idioma les sería suficiente. Para la comunión que ellos tienen con los seres humanos, Dios les da el oportuno conocimiento de cualquier idioma. Cuando el apóstol se refiere a las lenguas «angélicas» probablemente se esté refiriendo a aquellas palabras que no corresponden a un idioma humano, pero que el Espíritu Santo da al creyente en ciertos momentos. Sin embargo, el interés de esta declaración no está en el hecho de las lenguas angelicales sino en que no importa cuán maravilloso sea el mensaje en lenguas que una persona profiera; si no tiene amor, de nada le sirve.

Pregunta: ¿Quiere decir la Biblia en el versículo 2 que las profecías, el entender misterios, el conocimiento y la fe no tienen valor cuando el creyente no tiene amor?

De ninguna manera. En el capítulo 14 Pablo dice que la profecía edifica a la iglesia. También se nos dice en las Escrituras que todos necesitamos entendimiento conocimientos. La fe a la cual se refiere el versículo 2 es una fe eficaz, una fe capaz de mover montañas. Todas estas cosas son de un valor incalculable. Sin embargo, aunque uno ejercite todas estas maravillas, si no tiene amor, nada es.

Pregunta: ¿Por qué razón el creyente no es nada si no tiene amor?

Todos estos dones son repartidos por el Espíritu Santo «a cada uno en particular como él quiere» (1 Corintios 12:11). Los dones pertenecen al Espíritu Santo. Estos provienen de El, no de mérito alguno que los creyentes posean. Por esta razón los reconocemos como una demostración de la misericordia divina; no de lo que nosotros somos. El que tiene un don no es mejor que los demás. En cambio el amor es un fruto del Espíritu y su manifestación es una demostración de la obra que Dios está realizando en el corazón del que lo manifiesta. Si el amor no se constituye en parte de nuestra vida, no importa cuales sean nuestras habilidades, no importa qué recursos tengamos o qué posición ocupemos, no somos nada delante de los ojos de Dios.

B. El verdadero amor es recompensado

La Biblia dice que uno puede dar todo lo que posee para dar de comer a los pobres, y quizá salvarles la vida a muchos de ellos. Uno puede, incluso, entregar su cuerpo para ser quemado, posiblemente como un mártir e inspirar a muchos a dar su vida por el Señor. Sin embargo, si en nuestra vida no existe amor como el que motivó el sacrificio de Jesús en el Calvario, de nada sirve lo que hagamos. En otras palabras, para tal persona no se promete ninguna recompensa.

Enseñanza práctica

Este es uno de los pasajes más solemnes y penetrantes del Nuevo Testamento. Los dones espirituales son inútiles a menos que estén acompañados del amor que se proclama en 1 Corintios 13. Hay ente que habla en lenguas pero no tiene amor en el corazón; muchos predican y profetizan de su propia imaginación e invención; alguien puede tener fe sin sentimientos; el dar puede ser motivado por lástima o por un mero deber Y la vanagloria puede llevar a un individuo hasta el martirio inútil.

El deber de todo cristiano es realizar un examen cuidadoso cada día sobre su propia vida y sobre el ministerio que desempeña en la iglesia a la luz de 1 Corintios 13.

Pregunta: ¿Qué ideas nos pueden venir derivadas de este estudio sobre las bases en que se otorgarán las recompensas en el tribunal de Cristo? (Vea Romanos 14:10; I53; 2 Corintias 5.10, 14, 15.)

La Biblia dice que los cristianos serán recompensados de acuerdo con los hechos que hayan realizado en su vida. Pero estos versículos demuestran que también tienen gran importancia los motivos por los cuales dichas obras hayan sido hechas. Si todo lo que tratamos de hacer es vanagloriarnos o edificar un reino para nosotros mismos, entonces lo mejor que pudiéramos hacer es concentrarnos en lo que significa el amor de Cristo en el Calvario. De acuerdo con este concepto, que una persona bien puede hacer grandes cosas, ofrecer grandes sacrificios, predicar sermones elocuentes, y aun así acabar sin ninguna recompensa. Parece una contradicción, pero la verdad es que un amor semejante al del Calvario, que no busca gloria para sí, es el que recibirá grandes recompensas.

II. Las virtudes del amor 1 Corintios 13:4-7

A. Es paciente y bondadoso

Pregunta: ¿Cuáles son algunos de los significados que en la práctica se dan a la palabra amor?

En realidad la palabra «amor» tiene una variedad de significados y usos en nuestro lenguaje diario. Por ejemplo, cuando alguien usa la palabra amor para referirse a la relación sexual la está usando de manera muy diferente a como la usa para referirse al afecto por sus padres, por Dios o por las cosas sagradas. El amor al dinero no puede ser de la misma naturaleza que el que se tiene hacia los dones y ministerios que da el Espíritu Santo. En la Biblia se dan quince características que definen el amor que Dios quiere que se manifieste en nosotros.

El amor es «sufrido» (paciente). Tiene paciencia hacia los que lo ofenden. Está dispuesto a esperar y pasar por alto las imperfecciones de los demás. Ese es el amor que va una segunda milla con el que le solicita que vaya con él una milla. Ese amor capacita al cristiano a presentar la otra mejilla, soportar el insulto y no enfurecerse con los que lo contradicen. Ese tipo de amor es el que Dios muestra hacia el hombre (Romanos 2:4; 9:22; 2 Pedro 3:9).

El amor es «benigno„ (bondadoso); es decir, está dispuesto a ayudar a todo el que lo necesite y brindar sus servicios sin esperar recompensa por parte de los beneficiados.

El amor que es paciente y bondadoso «no tiene envidia». Los celos, la envidia, la malicia y la perversidad son cosas que no hallan lugar en un corazón lleno del verdadero amor. Por el contrario, está siempre buscando la manera de que otros triunfen y sean edificados.

B. Es humilde y cortés

El verdadero amor «no es jactancioso». La jactancia y la exhibición de sí mismo son actitudes que no figuran en la conducta del que ama de verdad. Después de haber realizado una buena obra o de haber ayudado a alguien que lo necesitaba, la persona motivada por el amor verdadero se pierde entre las sombras del anonimato para dejar que sea Cristo quien recibe la honra y la gloria.

Este amor «no se envanece». En lugar de actuar con orgullo y arrogancia el amor genuino es muy humilde. Jamás busca la manera de mostrarse superior a otros ni menospreciar a los que posiblemente sean inferiores. Este amor tampoco se envanece por las cosas buenas que haga. No busca la alabanza de los hombres. (Lucas 17:7-10; Mateo 20:26-28; Filipenses 4:12.)

Ese tipo de amor que es humilde y sabe cómo demostrar su cortesía Jamás «hace nada indebido». No es indecente, rudo o vulgar. Jesús dio ejemplo de esta clase de amor. El nunca hizo nada indebido ni trató jamás de avergonzar a nadie. El fue siempre un perfecto caballero.

El verdadero amor, el que es humilde y cortés, y no hace nada indebido, tampoco «busca lo suyo». No se empeña en buscar egoístamente las cosas que le dan ventajas en detrimento de los demás. Dios es amor; esto lo demostró dando a su Hijo. El amor se goza más en dar que en recibir (Mateo 5:42; 20:8; Hechos 20:38-35).

Pregunta: ¿Qué más hace el amor para ir más allá de la mera cortesía?:

Una de las características más grandes del verdadero amor es que «no se irrita». No importa cuáles sean las circunstancias, el amor no se llena de ira; siempre tiene la victoria, aun cuando todo parezca que anda mal.

C. Es perdonador y alegre

Pregunta: ¿Cómo reacciona el amor hacia las que lo hieren, lo ofenden y se burlan de é?

«No guarda rencor.» El amor no sigue pensando en las ofensas que ha perdonado: perdona ara olvidar. Mateo 18:22.) Cuando ha perdonado a alguien lo lleva a lo íntimo de su corazón tal como lo hizo el padre del hijo pródigo (Lucas 15:20-24, 32).

El amor tampoco «se goza de la injusticia». Una persona que está inundada del verdadero amor cristiano jamás hallará placer en el mal de los demás. Nunca le dice al que ha fracasado: «Te lo dije»; o «Te lo mereces». Tampoco se interesa en investigar el pasmo exponer las faltas de los demás. El pecado quebranta el’ corazón; pero el amor trata de restaurarlo a base del perdón y la gracia del evangelio (Juan 8:1-11).

Siguiendo el mismo pensamiento, conviene observar que el amor «se goza de la verdad». Esta verdad no puede ser otra que la del evangelio de la gracia de Dios. El amor se goza cuando ve que la verdad salvadora está dando frutos en la vida de los demás.

Finalmente, el amor «todo lo sufre». Es decir, pasa por alto lo desagradable y guarda silencio sobre los errores de otros, ayudándolos solamente de manera confidencial. El amor no se empeña en propagar falsedades ni en sembrar malicia en el corazón de los inocentes. Por el contrario, «todo lo cree». Siempre tiene fe en los demás, así como la tiene en Dios.

El amor «todo lo espera», aun cuando no puede ver físicamente lo que está por delante. La mayor esperanza para la persona llena de amor es la venida de Cristo. Esto mismo resulta ser el porqué «todo lo soporta», o sea, que se enfrenta con optimismo y fe a todo lo que le sobrevenga, como un buen solado de Jesucristo. En lugar de rendirse, lucha para triunfar contra el mal.

Pregunta: ¿Es opcional para el creyente esta clase de amor?

No. Si no tenemos este amor, el Espíritu Santo se contrista (Efesios 4:30). Si somos motivados por el amor seremos capaces de ganar la victoria para Cristo y para su iglesia.

Enseñanza práctica

Las características del amor de 1 Corintios 13 están involucradas en relaciones personales. El amor es paciente con la gente; el amor es bondadoso con la gente; el amor no envidia a otros; el amor no se empeña en exhibir su propia importancia; el amor se conduce con decoro y decencia ante los demás; el amor se interesa más en sus deberes y responsabilidades que en sus derechos y privilegios; el amor no se irrita contra la gente; el amor no se alegra del mal ajeno; el amor aborrece la injusticia y se deleita en que la verdad haga felices a otros; el amor cree en Dios y piensa lo mejor de todos los demás; el amor espera con fe y optimismo el bien que ha de venir.

Todas estas características están ejemplificadas en la persona del Señor Jesucristo. Jesús mismo nos manda que nos amemos los unos a los otros, así como El nos ha amado. ¿Estamos dispuestos a aceptar este desafío?

III. Los triunfos del amor 1 Corintios 13:8-13

A. Nunca deja de ser

En vista de que posee todas estas características, bien podemos asegurar que el amor jamás dejará de ser m en este mundo ni en el venidero. Muchas cosas se desvanecen y dejan de existir, como los pétalos de una flor marchita, pero eso no le acontecerá jamás al amor. El amor nunca dejará de ser ni se marchitará.

Pregunta: ¿Con qué cosas contrasta Pablo la permanencia del amor? ¿Por qué?

El apóstol compara el amor al carácter temporal de las profecías, las lenguas y la ciencia, o conocimiento. Estos dones son dados por el Espíritu Santo para la edificación de la iglesia en este tiempo. Los dones de profecía y ciencia se acabarán, y cesarán las lenguas cuando esta dispensación llegue a su final y ya no sean necesarios.

Pregunta: ¿A qué se refiere Pablo cuando habla de «lo perfecto»?

Algunos creen que esto se refiere a la Biblia. Pero si nos fijamos bien veremos que en 1 Corintios 14:1 se nos manda procurar o buscar «los dones espirituales». Por otra parte, el contexto nos demuestra que Pablo no está hablando aquí de las Escrituras sino de nuestra experiencia. El no quería dar a entender que los dones serían quitados cuando se terminara de escribir la Biblia. El dice que cuando creció y llegó a ser un hombre, dejó todo lo que era infantil. Cuando Cristo venga, todos seremos transformados (1 Corintios 15:51, 52; 1 Juan 3:2). Cuando estemos en estas condiciones ya no necesitaremos más de los conocimientos ni de los dones que nos han sido conferidos temporalmente en este mundo.

Como lo indica la Palabra de Dios, nuestro conocimiento de las cosas de Dios son limitados y nos llegan indirectamente como el reflejo que se proyecta en un espejo de metal. . . «oscuramente». Esto no cambió cuando se terminó de escribir la Biblia; por el contrario, la misma Biblia nos dice que nuestro conocimiento todavía es incompleto. Por ejemplo, hay muchas cosas programa para los últimos días que nos son ocultas. Ahora caminamos solamente por fe, no por vista (2 Corintios 5:7). Pero cuando llegue la nueva era, todo será muy claro.

B. Es la mayor de las virtudes

Pregunta: ¿Es el amor la única parte permanente de nuestra experiencia cristiana?

No. La fe y la esperanza también permanecerán. Si bien, la fe se convertirá en una experiencia de vista, seguirá siendo la base para una obediencia perfecta y una confianza personal en Dios. Nuestra esperanza S hoy será una perfecta realidad. Pablo explica que la mayor de estas grandes virtudes es el sempiterno amor. El amor pertenece a la verdadera naturaleza de Dios «porque Dios es amor» (1 Juan 4:8). La fe y la esperanza del cristiano están basadas en el fiel y constante amor de Dios. Por lo tanto el amor seguirá siendo «el mayor» de todos. (1 Juan 4:10.)

Enseñanza práctica

En un boletín religioso se publicó en cierta ocasión la absurda noticia de que cierto individuo iba a estar en una de las iglesias de la comunidad en determinada fecha y hora para impartir los dones espirituales a todos los que quisieran ir a recibirlos.

El apóstol Pablo deja bien claro en su carta a los Corintios que los dones espirituales no son impartidos por ningún hombre sino que es el Espíritu Santo quien los reparte como él quiere.

El amor es el principio rector en la operación de los dones espirituales en la iglesia. El amor viene a ser un límite de protección que evita que la operación de los dones se convierta en legalismo por un lado o en un exceso de libertad por el otro. Procuremos recibir siempre una unción fresca del Espíritu Santo para que este amor se siga derramando en nuestro corazón (Romanos 5:5) y se manifieste en todo lo que hagamos.

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