Temas Cristianos – ¿Pleitos entre creyentes?

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Temas Cristianos – ¿Pleitos entre creyentesí

Los peligros de las pequeñeces de la vida
Pleitos entre creyentes

«Si alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿cómo se atreve a presentar demanda ante los inconversos, en vez de acudir a los creyentesí ¿Acaso no saben que los creyentes juzgarán al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar casos insignificantesí ¿No saben que aun a los ángeles los juzgaremosí ¡Cuánto más los asuntos de esta vida! Por tanto, si tienen pleitos sobre tales asuntos, ¿cómo es que nombran como jueces a los que no cuentan para nada ante la iglesia? Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentesí Al contrario, un hermano demanda a otro, ¡y esto ante los incrédulos! En realidad, ya es una grave falla el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden? Lejos de eso, son ustedes los que defraudan y cometen injusticias, ¡y conste que se trata de sus hermanos! ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Diosí ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. 1 corintios 6:1-11

La ciudad de Corinto fue especial para su época; destruida y vuelta a fundar, tuvo como colonizadores a libertos adinerados, que en su deseo de convertirse en señores no escatimaron esfuerzo en comprar esclavos y hacer bella su metrópoli. Corinto fue una ciudad de esclavos; unos con dinero y posición, otros con amargura y envidia. La historia cuenta que una de las características mas peculiares de la ciudad era la inclinación de sus habitantes a resolver cualquier problema por la vía de los tribunales, hasta hoy se guardan registros de las peleas que los corintios sostenían por «quítame esta paja».

En este contexto, los cristianos de Corinto sentían tensión de resolver sus diferencias por la misma vía, muchos de ellos no habían dudado en acudir a los tribunales a demandar a sus propios hermanos, por causas que iban desde la estafa hasta «el no haber sido saludados cariñosamente».

A ellos les escribe Pablo para enseñarles verdades que tienen vigencia hoy:

Hay problemas entre los cristianos:

Algunos de nosotros hemos sentido decepción al descubrir que todo lo que brilla no es oro ¡cuántas lágrimas por las fallas de mis hermanos! Pero Jesús fue sabio al advertir a sus discípulos:. «Imposible es que no vengan tropiezos»; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale» (Luc. 17:1-4).
Pablo aconsejó apartarse de los que originan problemas «Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos» (Rom. 16:17); y tener mucha paciencia entre nosotros mismos «… soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor» (Ef. 4:2).

La iglesia no es el lugar 100% perfecto, pero es el pueblo de Dios redimido y aunque todavía mostramos las huellas de nuestra humanidad, somos -por la gracia de Dios- la gente mas maravillosa y buena de la tierra ¿sabe por qué? ¡Porque Dios esta con nosotros!

Los problemas vienen por las pequeñeces de la vida:

Los versículos. 2, 3 y 4 hablan de «cosas muy pequeñas» o «cosas de esta vida»; detrás de estas frases esta la palabra biotikoV, que se refiere directamente a los asuntos de la vida diaria (comida, bebida, vestido, vivienda, educación, relaciones sociales, etc.). Los problemas de Corinto surgieron por no saber manejar las cosas pequeñas y ordinarias.
Es interesante encontrar la causa de todas las dificultades de esta iglesia: No era la falta de dones espirituales, no era la escasez de convertidos, no era la incapacidad de los líderes, no era ninguna causa de las que podamos imaginar ¿Cuál era entoncesí

biotikoV es usada en Luc. 21:34 «Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día».
Cuando las «cosas de la vida» se vuelven motivo de afán, entonces estamos frente a la semilla de un gran problema.
Los asuntos de la vida cotidiana no deberían ser motivo de preocupación (Mat. 6:25-34) Cuando le asignamos mayor importancia, se debe a que estamos mirando las cosas según la apariencia y no por fe (2 Cor. 10:7). Los asuntos de la vida cotidiana no deberían ser motivo de diferencia («Sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad» 2 Cor. 8:14) Si tienen más, no eres más; si tienes menos, no eres menos.

Frente a los atropellos: SUFRE.- Frente a la situación en la Iglesia, a la realidad de hermanos que se dedicaban a fastidiar y estafar, a ofender e insultar; el consejo de Pablo va en dirección contraria a la corriente de este mundo: adikeisqe traducida como «sufre el agravio» viene a significar: Recibir maltrato pasivamente ¿Estas metido en un problema que no iniciaste? Quédate quieto, actúa como si fueras el responsable y recibe las consecuencias. Pero puedes exclamar ¡No es justo! La clave esta en no responder, sino quedarse quieto.

El Nuevo Testamento está lleno de pasajes que nos hablan de no actuar, sino asumir una actitud pasiva; por ejemplo Mat. 5:30; Rom. 12:17; 1 Tes. 4:6. Un caso bíblico es lo sucedido entre Filemón y Onésimo «Y si en algo te daño, o te debe, ponlo a mi cuenta» (vers. 18). Es claro que no debemos actuar como se nos ha tratado, hacerlo seria igual a contaminarnos de la misma injusticia.

No te piden que seas tonto, sino que cuides tu vida ¿De qué vale recibir una ofensa y ofender igualmente? La clave esta en responder sin maldad. Puedes reclamar tu derecho, para eso hay canales, pero no debes hacerlo con ira o sed de venganza «No digas: Yo me vengaré, espera a Jehová, El te salvará» (Prov. 20:22). Medita en Luc. 16:10 «El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto»

Una Palabra griega más con profundo significado es apostereisqe traducida como «sufre el ser defraudado» viene a significar: Si te han robado, acepta que ya perdiste; tiene que ver con aceptar una pérdida. Podríamos pensar que es una actitud derrotista, pero la única manera de recuperar lo perdido es asumiendo que ya se fue y, que debemos volver a luchar.

En aquella época, a diferencia de la actualidad, no había el derecho a reclamar; los trabajadores debían soportar los abusos y atropellos de los ricos. Unos vivían resignadamente, otros abusivamente. Pero Dios observaba todo para entregar lo que cada uno merecía «He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos» (Santiago 5:4).

El aceptar que me han robado tiene como propósito guardar mi vida de pecado «No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» Luc. 12:32-34.

Conclusión: Lamentablemente la lección fue hermosa y radical; pero los corintios no fueron obedientes, en vez de sufrir, ellos fueron causa de sufrimiento y lucha unos contra otros. El apóstol escribe «Pero vosotros cometéis el agravio y defraudáis, y esto a los hermanos» Si eres cristiano, entonces tienes la fuerza de Dios para perdonar y pedir perdón ¡Hazlo hoy! Y empieza a construir una vida digna del nombre de nuestro Dios.

Ps. Miguel A. Bardales

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