Devocional – Por que se rie Sara ?

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«Pero el Señor le dijo a Abraham: ¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que podrá tener un hijo en su vejez?» Génesis 18:13 (NVI)

Nos fuimos unos días a Mar del Plata con mis papás y mis hermanos. La idea era recordar viejos tiempos cuando durante las vacaciones de invierno salíamos los 5 juntos. Pero esta vez, cada uno fue con su familia, con lo cual en lugar de cinco éramos más de catorce. Comimos asado y jugamos como solíamos hacerlo en un vivero en Miramar. La pasamos re bien, hasta Juampi estuvo jugando a la pelota, con la ayuda de sus tíos que le hacían el aguante y a mí que le empujaba la silla de ruedas. Juampi se sentía Messi y nos divertimos mucho.

Pero a la noche, cuando se estaba durmiendo (ya muy cansado de jugar todo el día) me preguntó: Pa, ¿por qué no puedo caminar? A él le encantaría poder correr detrás de la pelota y saltar como sus primos. Pero no puede. Así que con mi mejor sonrisa, le expliqué que cuando nació tuvo muchos problemas y los médicos pensaban que no iba a vivir. Que nació tan complicado que no había demasiadas esperanzas que pueda tener una vida. Y que a pesar de tantas contras, Dios lo había ayudado a poder jugar a la pelota con su silla de ruedas, y a poder ir al cole y saber leer y sumar y restar, como todos los chicos de su curso.

Nos dimos un abrazo fuerte y muchos besos, como siempre y se durmió. Juampi sabe que no puede caminar y se esfuerza cada día por intentar hacerlo. Pero todavía no puede. Mientras se dormía, el «por qué» volvió a martillar mi cabeza.

Por qué, le preguntó Dios a Abraham por la risa de Sara. ¿Acaso no tenía derecho Sara de dudar de la promesa de un hijo siendo vieja y estéril? Su dolor y su carga eran demasiado pesados y difíciles de llevar. Pero a pesar de sus dudas, ella le creyó a Dios.

Por qué le voy a preguntar yo en el cielo a Dios, mientras Juampi esté corriendo entre las nubes jugando a la pelota y tirándoles caños a todos los ángeles del cielo. Y seguramente, la respuesta de Dios va a calmar mis dudas. Hoy no lo entiendo, pero como Sara, sigo creyendo en Dios. Para tu duda de hoy, solo hay una receta.

REFLEXIÓN — Confiá en Dios.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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