NO ME AVERGUENZO DEL EVANDELIO PARTE (2)

NO ME AVERGUENZO DEL EVANDELIO (2)

Hemos salido pocas veces, y no hay fruto todavía. Sin embargo, un hecho es real – una pequeña bomba del evangelio ha caído. Cuando marchamos, miles y decenas de miles de las personas nos miran. Las personas salen de los paseos comerciales y los edificios para mirarnos. Cada vez que regresamos, estamos interiormente llenos de placer y fervor. Sentimos que nuestra comunión con el Señor es ahora más íntima. Experimentamos que estamos más separados delmundo. Efectivamente el calzado del evangelio es lo único que puede separarnos del mundo y guardarnos en el camino delSeñor. Si el Señor tiene piedad en nosotros, esperamos continuar este trabajo. Un día esperamos «No habrá ningún lugar sin predicar».

Entre más ampliamente difundamos el evangelio, y más diligentemente lo prediquemos, mejor será. Sería estupendo si pudiéramos estar locos y ardiendo por el bien del evangelio. No nos asusta que los hermanos y las hermanas sean fervorosos en predicar el evangelio. En cada iglesia debemos animar a los hermanos y las hermanas a esta obra, » Y yo, con el mayor placer, gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.» (2 Co. 12: 15). Cada iglesia debe tener reuniones del evangelio ardientes. Los hermanos y las hermanas deben estar cargados anhelando que parientes, amigos, vecinos, colegas, y compañeros de clase escuchen elevangelio. Debemos saturar casas, escuelas, empresas, fábricas, prisiones, restaurantes, botes, trenes, aviones, autobuses, tranvías, transbordadores, muelles, estaciones, parques lugares públicos calles grandes, callejones pequeños, y cualquier otro lugar con las voces y los pasos de hermanos y hermanas que predican el evangeliotodos los días. Debemos tener zonas del evangelio, fotografías, libros, y otras publicaciones en cantidades grandes y en cada lugar. También sería estupendo si muchos hermanos pudieran poner estandartes de evangelio en cada lugar, anuncios del evangelio, pasacalles, luces de neón en cada pueblo y ciudad, o a lo largo de los ferrocarriles y las autopistas, en los muelles y las estaciones, y dentro de autobuses. Nunca será demasiado lo que hagamos por anunciar el evangelio. ¡Solamente sabemos que nunca haríamos lo suficiente por nuestro precioso evangelio! Pedimos a los hermanos y las hermanas que aprovechen esta oportunidad única de predicar elevangelio en cada ciudad. Debemos hacer todo lo que nosotros podamos hacer para el avance del evangelio, cuando Pablo dijo, «Hago todas cosas por el bien del evangelio» (1 Co. 9: 23). Debemos vivir, morir, enseñar, estudiar, hacer empresa, fábricas, carrera, trabajar, tener familias, y hacer todo para el evangelio. Pablo dijo que todo lo hizo por el bien del evangelio.

Espero que tengamos esta actitud hacia el evangelio, no importa de dónde somos o lo que hacemos, nosotros somos ministros del evangelio. Si vivimos de esta manera, nuestra vida se ajustará a nuestro evangelio. ¿Qué es el evangelio? Elevangelio es el amor de Dios para el mundo. El evangelio es la expresión de la gracia de Dios; es el sacrificio de Dios.

Para nosotros es el evangelio, pero para Dios es el sacrificio de su Hijo. Si queremos predicar el evangelio pero no hacemos delamor o la gracia el ejercicio de nuestra vida, o si no estamos dispuestos al sacrificio o sufrir, dando «la otra mejilla», dejar que otros «Tomen nuestra capa», o caminar la «Milla adicional», nosotros no somos dignos del evangelio.

El evangelio no es una obra justa; es una lucha, una guerra. Si no nos esforzamos en un acuerdo, es muy difícil que el evangelio se extienda. ¡Que el fuego del evangelio pueda quemar los corazones de piedra de muchos de los hijos de Dios! ¡Que esta bomba pueda despertar a muchos cristianos dormidos y no desperdicien esta oportunidad y no estén más avergonzados delevangelio, sino que prediquen el evangelio del Señor! Podemos decir esto: si descuidamos esta oportunidad de predicar elevangelio con nuestra boca hoy, mañana tendremos que predicarlo con nuestra sangre.

Cuando leí el primer capítulo de Mateo, caí en la cuenta que la primera persona mencionada era Abraham. Sentí que debía aprender a dejar las cosas y consagrarme a mismo de la misma manera que Abraham. Cuando vine al capitulo dos sobre el nacimiento de Jesús, encontré cómo estaban pendientes el corazón de Herodes e incluso los corazones de todos en Jerusalén. Me dije a mí mismo, «¡Ahora me doy cuenta de que dondequiera que el evangelio va, ¡debe perturbar a los hombres!» ¡Dios puede darme una manera de perturbar a las personas cuando el evangelio brote de mí! pensé hacer un letrero del evangelio para llevar en la espalda. Después de hablar a algunos hermanos en la universidad, proseguimos con él encargo e hicimos chalecos de tela blanca, con muchas clases de lemas del evangelio escritos sobre el, delante y detrás; los llevamos en la clase, en la escuela, en el bus, y en el camino de un lado a otro entre el salón de reunión y la escuela. Cuando empezamos a llevarlos primero, nos sentíamos muy avergonzados, pero por la gracia del Señor nos dijimos a nosotros mismos que no debemos estar avergonzados del evangelio. Ésta era la motivación y el origen de nuestro llevar los chalecos de evangelio. Después, marchamos una o dos veces a la semana por todas las calles, llevando los chalecos y predicando el evangelio. No sólo dejamos que el mundo escuchara; también dejamos que lo viera. Continua…

Watchman Nee

NO ME AVERGUENZO DEL EVANDELIO PARTE (1)

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