Expectativas Correctas – Pastor Cash Luna

Cash Luna – Correctas expectativas

Podremos estar atribulados y en apuros, pero nunca angustiados o desamparados. El Señor nos dará la victoria.

Siempre tenemos grandes expectativas cuando iniciamos un nuevo. Podemos y debemos ser mejores. Recordemos que no hay ambiente perfecto, pero sí actitud correcta. Estar cerca del Señor no significa ser inmunes a las situaciones desagradables. Lo que nos diferencia de quienes no creen en Él es que tal vez, no ganamos todo el tiempo, pero triunfamos al final porque Su presencia está con nosotros, como poderoso gigante.

A veces, los cristianos tienen expectativas de una vida perfecta, sin problemas, pero la Palabra dice que lo mismo ve la muerte un justo que un impío. Ante las dificultades, nos confundimos y cuestionamos: ¿Por qué me sucede esto? ¿Será que Dios está conmigo? Si nos formamos falsas expectativas, no vivimos por fe sino por ilusiones y fantasías que al final serán defraudadas. En la Biblia leemos sobre muchos hombres y mujeres que no vivieron siempre felices o sin problemas, al contrario, son personas que supieron sobreponerse a la adversidad y fueron fieles al Señor.

Dios también pierde algunas veces. Saúl, por ejemplo, no fue buen rey, por eso, el Señor levantó a David que haría lo que Él le pidiera (Hechos 13:21-22). Nosotros hemos superado malas situaciones y el Señor también. Jesús perdió a Judas, pero luego levantó Pablo que escribió el 80% de las epístolas. Dios nos enseña cómo reaccionar ante el fracaso. Lo correcto es levantarse y continuar porque podemos perder, pero triunfaremos al final. Si caíste, ¡levántate!

Dios siempre está con nosotros, ganemos o perdamos. Todos somos Sus hijos y no con todos gana siempre. Reconoce que a veces pierde contigo porque no le obedeces, entonces, si Él mismo ha perdido y no te abandona, ¿cómo nos atrevemos a renegar de nuestras dificultades y decir que fracasamosí No te abandones dándote por vencido, no te decepciones si pierdes en algo. No siempre ganaremos, pero si perseveramos, seremos vencedores. El miedo a que nos suceda algo malo, no debe limitarnos para experimentar lo bueno que puede venir, si nos atrevemos a seguir adelante.

A Dios hay que tenerle paciencia porque nuestro tiempo no es el mismo que el Suyo. Actúa cuando debe no cuando quiere. Es similar a la situación con nuestros hijos. Su “no” es tan bueno y expresa tanto amor como Su “sí”. Si lo abandonas porque te da una negativa, demostraste que no merecías lo que pediste. Pero si aceptas el “no” con humildad, le demuestras que mereces el “sí”. Su respuesta siempre es la mejor, aunque no siempre será lo que quieres. Confía en que Él te dará lo que es mejor para ti porque es tu Padre y sabe lo que te conviene. Sin embargo, no dejes de pedirle, no seas conformista e insiste delante de Su trono. Somos bienaventurados cuando confiamos en Dios.

El Salmo 40: 1-4 es confuso porque dice que “esperó pacientemente pero está en el pozo de la desesperación”. No se entiende si está desesperado o no. Pozo significa “desastre” y estar metidos en un desastre es desesperante, pero debemos tener paciencia porque si confiamos, Él nos sacará. Dile: “Aunque estoy en el hoyo de la desesperación, te esperaré con paciencia”.

El apóstol Pablo dice que estamos atribulados en todo, y tribulación en griego significa: “problemas y crisis”. Es una circunstancia externa, así como estar en apuros, perseguidos o derribados. Por el contrario, la angustia, desesperación o desamparo son sentimientos internos a los que no debemos dar espacio. Nuestra expectativa debe ser interna, no externa. El hombre más santo y correcto puede pasar tribulación, pero tendrá paz y se levantará con fe en el Señor. Pablo dice que afrontamos crisis pero Dios y Su paz gobierna en nuestros corazones. Nunca estaremos desamparados porque Cristo es nuestra esperanza.

Que estés en un apuro no te hace mal cristiano. Podemos estar atribulados, en apuros, perseguidos y derribados, pero nunca desesperados, angustiados, desamparados o destruidos (2 Corintios 7-9). No podemos alimentar falsas expectativas de la vida por fe. El cristiano también pierde familiares, le roban o enviuda pero el final, siempre triunfa porque Dios no lo abandona. Los justos empiezan de nuevo cuando otros piensan que todo acabó.

Nunca te creas destruido. Puedes estar con la batería baja pero nunca en off. Confía porque Dios te levantará, está contigo y nunca de abandonará. La victoria final será para quienes luchan, convencidos de Su amor infinito.

1 COMENTARIO

  1. Pastor,
    Sus expresiones me confunden.
    Ese Dios que usted predica y que yo entiendo que es Todopoderoso, Omnisciente y Omnipotente, Creador de cielo y tierra e incluso de su persona y mi persona; es IMPOSIBLE que pierda. Nosotros como humanos y por nuestras propias debilidades estamos predestinados a perder, ahora; siendo nuevas criaturas en Cristo Jesus, habiendo aceptado a El Salvador del Mundo en mi vida y permitiendo que El efectue la transformacion de mi vida, con las fuerzas de El somos llamados a vencer. Entendiendo claramente que vencer no significa vencer a otro o a alguna circunstancia; sino vencernos a nosotros mismos, haciendo que ese viejo hombre junto con la malaformacion recibida atraves de nuestro crecimiento, sean sometidas y vencidas por nuestro espiritu que se une a El Espiritu para guiarnos a toda buena obra.
    Nuestro Padre Celestial NUNCA pierde y nuestro Salvador TAMPOCO- los que perdemos somos nosotros. A Judas, Mi Senor nunca lo perdio, pues nunca lo tuvo. A caso no a leido usted «De los que me diste no perdi ni uno». Judas nunca le fue dado a Jesus, aunque camino con El. Y asi lamentablemente hay muchos, muestran estar caminando con Jesus, pero NO SON DE EL.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí