La Fe mas preciosa que el oro

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La Fe mas preciosa que el oro

«El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.» 1 Pedro 1:7 (NVI)

Cuando atravesamos momentos difíciles, siempre surge esta pregunta tenebrosa ¿por qué? Y lo más terrible es que algunas veces no encontramos respuesta. Del universo de problemas que cada uno enfrenta en su vida, estoy sacando todas las consecuencias de las malas decisiones. Si por caprichoso, orgulloso o tonto, quise hacer algo en contra de la Voluntad de Dios, es seguro que su consecuencia en negativa para mi vida. Eso es mi culpa. Y no hay vuelta que darle.

Pero mi cuestionamiento estaba en el campo de las situaciones que no dependen de nuestra voluntad, y que nos someten a presiones, problemas y conflictos que no deseamos. Cuando Juampi me pregunta, ¡¿por qué no puedo caminar y todos los demás si?! Se me acaban los argumentos, los razonamientos y la lógica, y el por qué tenebroso me destroza el corazón. NO SE POR QUÉ.

Estaba leyendo esta mañana este libro de Pedro y encontré esta respuesta divina. NO es la que estaba buscando, no es la que quería encontrar. Pero es la que Dios me dio. En la Soberanía de Dios, Él permite que sus hijos seamos sometidos a diversas pruebas o conflictos, para purificar nuestra fe.

En días positivos, puedo aceptar este razonamiento. Pero hoy me cuesta. No quiero aceptarlo. Prefiero que Dios ya no pruebe a Juampi y lo deje caminar. Tan simple como eso. Que me pruebe a mí y me quite las piernas, pero que se las de a él. Y después de llorar mucho, Dios me dio esta otra respuesta: esto que te pasa, es porque encontrás alegría en Jesucristo.

Y entonces me sentí peor, ¿no debería recompensarme Dios si me alegro en Cristo, en lugar de castigarme? En mi mente humana SI, pero en el plan de Dios, Él desea ver que tan pura puede ser mi fe. Y la somete a presiones muy altas. Purifica el oro solo el fuego más incandescente.

Si estás en medio de aflicción y dolor, Dios te dice: se cuanto podés soportar, porque te conozco y te amo, se que podés superar esta prueba. Y deseo darte honor, gloria y aprobación. ¿Cuesta? Claro que sí. Pero me consuela pensarlo en la visión de Dios. Alegrate en Jesús.

REFLEXIÓN – Dios tiene un por qué.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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