Estudio Bíblico | Explicación de 1 Reyes 10:14 | Comentario Bíblico Online
Nuevo informe de la prosperidad de Salomón.
I. Cómo incrementó su riqueza. 1. Además del oro que venía de Ofir (1Re 9:28), traía tanto de otros países que la suma anual era de 666 talentos de oro (v. 1Re 10:14); según Colunga, equivalía la suma de 78 millones de pesetas oro (actualmente, año 1986, vendría a equivaler a más de 5.000 millones de pesetas. Nota del traductor). ¡Cifra colosal! 2. Recibía grandes cantidades de tasas aduaneras por las mercancías y tributos de los países que su padre había conquistado y hecho tributarios de Israel (v. 1Re 10:15). 3. Además, era socio de Hiram en la flota de Tarsis, con la que importaba, cada tres años, no sólo oro, plata y marfil, sino también monos y pavos reales (v. 1Re 10:22). 4. Cada año recibía presentes de los príncipes y magnates vecinos, en recompensa por los consejos y las instrucciones que recibían de la sabiduría de Salomón (vv. 1Re 10:24, 1Re 10:25). 5. Comerciaba con Egipto para traer de allí caballos y lienzos por medio de sus mercaderes, quienes, a su vez, servían de intermediarios para vender a otros países (vv. 1Re 10:28, 1Re 10:29).
II. Qué uso hacía de su riqueza.
1. Después de haber empleado mucho oro para el templo, usó también mucho para su pompa y comodidad. (A) Hizo de oro 200 escudos grandes o paveses (los que cubren todo el cuerpo) y 300 pequeños o rodelas (vv. 1Re 10:16, 1Re 10:17), no para pelear, sino para ceremonias de gala. Los hacía llevar delante de sí, como símbolo de la protección que el poder real podía ofrecer a todos sus súbditos. (B) Hizo también, de oro purísimo y marfil, un trono majestuoso, donde se sentaba para dar leyes a sus súbditos, audiencia a sus embajadores y sentencia en juicios de apelación (vv. 1Re 10:18-20). A pesar de estar hecho de marfil (de colmillos de elefante) algo valioso y de alto precio, todavía lo recubrió de oro del mejor. (C) También hizo de oro puro toda su vajilla (v. 1Re 10:21).
2. Hizo que circulara el dinero en su reino, a fin de que los súbditos fuesen ricos como lo era el rey, puesto que no miraba sólo por su propio interés, sino también por el de los súbditos. De tal modo hizo que circulara en su reino la riqueza, especialmente el oro, que la plata, en tiempo de Salomón, no era apreciada (v. 1Re 10:21). Si la abundancia de oro hizo que la plata fuese despreciable, ¿cuánto más no harán despreciables a las cosas de este mundo, incluido el oro, la sabiduría, la gracia y la previa degustación de las cosas celestiales?
3. Recordemos ahora: (A) Que éste fue el que, al comenzar su reinado, no pidió a Dios riquezas ni honores, sino sabiduría para gobernar a su pueblo. (B) Que éste fue quien, después de haberlo probado todo, escribió un libro entero (suponiendo, lo cual es muy discutible, que Salomón sea el autor de Eclesiastés nota del traductor ) para mostrar la vanidad de todas las cosas temporales y la necedad de poner en ellas el corazón. Esto nos enseña a dedicarnos a la práctica seria y constante de la piedad, la cual, con la gracia de Dios, está a nuestro alcance, mientras que la milésima parte de la grandeza y riqueza de Salomón es mil veces mayor que las que podemos adquirir en este mundo.
