17 de julio de 2005

1 Timoteo 5:1-8
1 No reprendas con dureza al anciano, sino, más bien, exh?rtalo como a padre; a los más j?venes, como a hermanos, 2 a las ancianas, como a madres; a las más j?venes, como a hermanas, con toda pureza.  3 Honra a las viudas que en verdad son viudas; 4 pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, que aprendan estos primero a mostrar piedad para con su propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es agradable delante de Dios. 5 Pero la que en verdad es viuda y se ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y continúa en síplicas y oraciones noche y día. 6 Mas la que se entrega a los placeres desenfrenados, aun viviendo, está muerta. 7 Ordena también estas cosas, para que sean irreprochables. 8 Pero si alguno no provee para los suyos, y especial-mente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incr?dulo.

Sociedad de la tercera edad
Ech?mosle una mirada a un trecho del camino. ?Ves esa se?al más adelante? S?, la que dice 2025. Cuando los ciudadanos de los EE.UU. lleguen a ese indicador, los que nacieron inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial celebrar?n su cumplea?os n?mero 79, y los miembros de la generaci?n X estar?n a unos cuantos a?os de aprovechar los beneficios de la seguridad social.

Seg?n un estudio publicado en la revista American Demographics, la edad ser? lo que principalmente cuente cuando se d? un cambio demogr?fico de gran envergadura en los EE.UU. durante las dos d?cadas siguientes. Para el 2025, se tiene proyectado que cerca de uno de cada cuatro ciudadanos tendr? 60 a?os de edad o más. Hoy, esa proporci?n es de uno de cada seis ciudadanos.  

Nos estamos dirigiendo hacia una sociedad de personas de la tercera edad, la edad de los a?os dorados. Esperemos que este grupo prominente de la poblaci?n envejezca con gracia, y que el grupo de los más j?venes los trate con respeto.

A  m? me ense?aron a respetar a los ancianos. Crecer con dos abuelas y una t?a abuela que viv?a en la casa de al lado me ayud? a aprender a amar y a apreciar a las personas mayores. Y mis padres fueron un ejemplo para m? en cuanto a la paciencia y atenci?n que merecen los ciudadanos veteranos.

Ese es el tipo de comportamiento respetuoso que hizo que Eli? esperara su turno para hablar a Job. El joven esper? a que los demás dieran sus discursos porque «eran de más edad que Él» (Job 32:4).

En el Nuevo Testamento, Pablo escribi? estas palabras: «No reprendas con dureza al anciano, sino, más bien, exh?rtalo como a padre; a los más j?venes, como a hermanos, a las ancianas, como a madres; a las más j?venes, como a hermanas, con toda pureza» (1 Timoteo 5:1-2). Él enfatiza que a los hombres mayores se les debe tratar con gentileza y amabilidad, como a un padre, y a las mujeres mayores se las debe tratar amorosamente, como a madres.

Imitando el ejemplo de Eli?, es importante que respetemos a los que son mayores que nosotros. Eli? y Pablo ayudan a definir el deseo de Dios de que amemos y respetemos tiernamente a aquellos que están un poquito más allí en el camino de la vida.–TF

destino
¿De qué manera he estado mostrando respeto o falta de respeto hacia los ciudadanos de la tercera edad? ¿De qué manera mi relación con Dios se ve afectada por mi comportamiento hacia las personas mayoresí

en resumidas cuentas: ama a los ancianos como si fueran de tu propia familia.

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