CNuestro Andar Diario

18 de julio de 2005

1 Corintios 10:1-12
1 Porque no quiero que ignor?is . . .  que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron por el mar; . . .  3 y todos comieron el mismo alimento espiritual; 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque beb?an de una roca espiritual que los segu?a; y la roca era Cristo. 5 Sin embargo, Dios no se agrad? de la mayor parte de ellos, pues quedaron tendidos en el desierto. 6 Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron. 7 No se?is, pues, idÉlatras, como fueron algunos de ellos, según está escrito: El pueblo se sent? a comer y a beber, y se levant? a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitr?s mil. 9 Ni provoquemos al Señor, como algunos de ellos le provocaron, y fueron destruidos por las serpientes. 10 Ni murmur?is, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. 11 Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. 12 Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.

Totalmente equivocado
La plataforma de petrÉleo Hibernia en el Atl?ntico Norte se encuentra a 315 kil?metros al este-sureste de St. John’s, en Terranova, Canad?. Como estructura fija se levanta firmemente sobre 80 metros de agua y está sujeta al fondo del oc?ano. Diecisíis dientes de concreto rodean la Hibernia, protegi?ndola de los grandes t?mpanos de hielo. Parece invulnerable, incluso a las condiciones del tiempo más duras.

Los corintios cre?an que la posici?n que tenían en Jesís y su correspondiente libertad les permit?a pecar sin consecuencias. Pensaban que su fe los proteger?a en medio de las «condiciones» inmorales que hab?an elegido. Pablo les escribi? acerca de al menos cinco tentaciones a las que los israelitas hab?an cedido. Hoy, estas mismas cosas amenazan a la vida abundante (1 Corintios 10).

Pablo comenz? con los deseos malignos de los israelitas por los placeres de Egipto, resumidos en su grito lastimero: «Danos carne para que comamos» (N?meros 11:4-34). Dios les dio lo que quer?an, pero mientras la carne todav?a estaba entre sus dientes, Él los hiri? con una plaga.

La segunda falla fue la idolatr?a, y pagaron por ella con su vida (?xodo 32:1-6, 28-25).

La tercera falla fue la inmoralidad sexual. En el caso de los israelitas, la inmoralidad estaba relacionada con la idolatr?a (N?meros 25:1-2), lo que también caracterizaba a gran parte de la adoración pagana del primer siglo.

La cuarta falla fue tentar a Dios. Como resultado de ello, los israelitas fueron muertos por serpientes (N?meros 21:4-6).

La quinta falla, la cual Dios disciplin? con la muerte, fue quejarse y refunfu?ar contra Moisís y Aar?n, los l?deres designados por Dios (N?meros 16:41-49).

Hazte estas preguntas: ?Ansío los placeres de la vida vieja más que los placeres de Diosí ?Estoy dando mi lealtad a alguna persona o cosa además de a Diosí ?He transigido en mi pureza sexual? ?Cuestiono los propósitos de Diosí ?Me quejo y refunfu?o constantemente?

Si creemos que la posici?n que tenemos en Jesís y nuestra correspondiente libertad nos permiten escapar del pecado, estamos totalmente equivocados.  –MW

destino
?C?mo usar?s el ejemplo de los israelitas como motivaci?n para estar en contra de las tentaciones a las que cedieron?

en resumidas cuentas: comienza con el fin en mente.

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