A muchas mujeres les han robado. Son exitosas por fuera, pero en el interior son pobres. La vida les ha robado el optimismo. No confían en nadie. No esperan nada y son difíciles de convencer.
Son víctimas de guerra.
Perdieron su tesoro en manos de un doloroso incidente que les arrancó la esperanza. Aún después que el incidente ha pasado y hay alguien nuevo en sus vidas, estás tan lastimadas por el pasado que no son capaces de abrir por completo sus corazones. Es como poner perfume en un envase roto. No importa cuánto ponga, siempre se escurrirá. Si la vida le ha roto el corazón, si su optimismo se murió en el intento de resistir, le reto: pronuncio resurrección para usted ahora.
El dolor disminuye y el miedo se apaciguará.
Todavía vale la pena vivir la vida para todos aquellos que creen.
Este es el tiempo de recuperación.
No se puede recuperar si está en negación o tiene ira. Salga de la oscuridad de los recuerdos a la luz.
En principio quizá tenga que proteger su corazón y sembrar su confianza y esperanza en Dios.
En medio de un ataque tormentoso, escóndase en Cristo.
Él es la Roca donde los lastimados pueden esconderse.
Él es el Refugio para las víctimas de la tormenta.
El Señor no permitirá que otro ladrón le vandalice otra vez.
Esconda en Él su corazón.
La sanará, de modo que pueda usarla otra vez.
La sanará hasta que se alivie para confiar y amar otra vez.
La vida sin pasión y amor es como un filete al que han cocinado tanto, que perdió todo el jugo y sabe amargo.
Guarde su corazón pero no esconda su rostro. Dios no ha terminado con usted.
Él tiene un Plan para su vida. Si usted pierde el optimismo, el enemigo ganó. Ponga su esperanza en el poder de Dios. Coloque su futuro en las manos de Dios. ¿Acaso no sabe que Dios es demasiado sabio como para dejar su vida en las manos del enemigo? ¿No sabe que Dios tenía algo especial en la mente cuando la creó? Él tiene una tarea que sólo usted puede realizar.
Niéguese a perder el Plan Divino para su vida debido a su dolor.
Resístalo como una mujer de parto.
Sepa que el dolor pasará y nacerá la promesa.
Resístalo sabiendo que el dolor no puede robar lo que Dios ha prometido. Con frecuencia, el dolor es la partera que Dios usa para ayudarnos a parir la grandeza que se esconde en las fibras de nuestra alma.
Ese dolor es una alarma en la mujer, que le anuncia que el bebé ya viene. Si ha estado atravesando por el dolor, quizá es porque el bebé ya viene. El bebé es el destino que Dios está comenzando en su vida y el dolor es la indicación segura de que se acerca el parto.
Mi querida dama, ¡este no es momento para desmayarse! ¡Sujétese de los lados de la cama y puje!
«Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto? Duélete y gime, hija de Sión, como mujer que está de parto, porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos»
Miqueas 4:9-10
(TOMADO DE ?LA DAMA, SU AMADO Y SU SEÑOR?. T.D. JAKES. EDIT. CASA CREACIÓN pp 75-77)
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Es esposo de la mejor mujer, padre de 2 hijos maravillosos, pastor y director de Desafío Joven. En los últimos 12 años ha trabajado con jóvenes, padres y líderes juveniles. Estudio en Rhema Bible Training Center. Su servicio con la palabra de Dios se ha extendido por más de 27 países en 13 idiomas. Es director ejecutivo y consultor de varios ministerios cristianos, desarrollando conferencias, cursos bíblicos, libros, estudios, devocionales, vídeos y recursos para la vida espiritual.
