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10 de agosto de 2005
Lucas 6:27-36
27 Pero a vosotros los que o?s, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; 28 bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan. 29 Al que te hiera en la mejilla, presíntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la t?nica. 30 A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. 31 Y así como quer?is que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera. 32 Si am?is a los que os aman, ?qué m?rito ten?isí Por-que también los pecadores aman a los que los aman. 33 Si hac?is bien a los que os hacen bien, ?qué m?rito ten?isí Porque también los pecadores hacen lo mismo… 35 Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa ser? grande, y ser?is hijos del Alt?simo; porque Él es bondadoso para con los ingratos y perversos. 36 Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.
Venganza
Dit vor dat. Tit for tat. Quid pro quo. Golpe por golpe.
La expresi?n tit for tat es algo extra?a. Recientemente descubr? que su origen probablemente venga de la expresi?n holandesa dit for dat, que significa «esto por aquello». Es similar al quid pro quo en lat?n que a menudo se escucha en la jerga legal de los tribunales y que significa «algo por algo». O, puede que haya venido del ingl?s tip for tap, o «golpe por golpe».
Cualquiera que sea su etimolog?a, ciertamente indica una tendencia a pagar con la misma moneda. Estoy hablando de represalias.
Cuando alguien nos hiere, algo dentro de nosotros dice: «Yo también quiero que te hieran.» O tal vez: «Nadie tiene derecho a tratarme tan mal.» Estamos hablando de venganza.
S?, puede que sientas algo de culpa por tu actitud, pero al mismo tiempo, una obstinaci?n batalladora dice: «?Tengo todo el derecho a sentirme así!»
Pero Jesís sugiri? una actitud diferente. Él nos instruy? a que am?ramos a nuestros enemigos, que hici?ramos bien a los que nos odian, que bendij?ramos a los que nos maldicen, que or?ramos por los que nos maltratan, y que «así como quer?is que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera» (Lucas 6:27-28, 31). En Romanos 12 encontramos instrucciones adicionales en cuanto a la manera de tratar a las personas: «Nunca pagu?is a nadie mal por mal» (v.17) y «No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal» (v.21).
Eso es pensamiento radical, ?no es cierto? De hecho, es casi exactamente lo opuesto a lo que tenemos ganas de hacer. Pero cuando albergamos resentimiento en nuestro corazón es cuando a menudo experimentamos el mayor de los sufrimientos. Esas emociones t?xicas nos da?an, nos carcomen y nos cambian.
Por supuesto, esto no significa que siempre debas ser pisoteado o que sigas aceptando que alguien abuse de ti. Ese es un problema serio que requiere de ayuda seria. Pero siempre que sea posible –particularmente cuando la persona que te hiri? está arrepentida– debes seguir el ejemplo de Jesís.
La vida de Jesís nunca se basí en la venganza. Se basí en hacer lo inesperado. Se basí en dar la otra mejilla, ofrecer perd?n y mostrar una vida justa.
No dit vor dat. No tit for tat. No quid pro quo. No golpe por golpe. La vida de Jesís siempre se ha basado en la misericordia, la gracia y el amor. –CK
destino
?Hay alguien en mi vida que me haya herido profundamente? ?Qu? he hecho en represalia para herir a dicha persona? ?Qu? har? para comenzar a sanar siguiendo las palabras de Jesísí
en resumidas cuentas: haciendo el bien, vencer?s el mal.
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