Dios tiene un propósito específico para cada joven en esta vida. Cada uno de ellos tiene talentos y habilidades únicas que pueden ser utilizados para servir a Dios y hacer una diferencia en el mundo. En la Biblia, Dios usó a jóvenes como Josué, Samuel y David para llevar a cabo grandes obras y cumplir sus propósitos divinos.

El propósito de Dios para la juventud es que se acerquen a Él y le sirvan con todo su corazón, mente y fuerza. Esto significa buscar su voluntad, seguir su palabra y obedecer sus mandamientos. También significa ser una luz en un mundo oscuro y compartir el amor y la verdad de Dios con los demás.

Es importante que los jóvenes tomen en serio su papel en la obra de Dios. No deberían subestimarse ni permitir que otros los subestimen debido a su edad. Dios no mira la edad, sino el corazón y la disposición de servirle. Los jóvenes tienen un gran potencial para hacer una diferencia en el mundo y deben estar dispuestos a ser valientes y perseverantes en su búsqueda de cumplir el propósito de Dios en sus vidas.

En resumen, el propósito de Dios para la juventud es que ellos se acerquen a Él, le sirvan con todo su ser y utilicen sus talentos y habilidades para hacer una diferencia en el mundo. Los jóvenes son una parte vital de la obra de Dios y deben estar dispuestos a ser valientes y perseverantes en su búsqueda de cumplir su propósito en esta vida.