¿Qué Significa El Término Fiesta en el cielo Según La Biblia?

Es la celebración que se produce cuando un pecador se arrepiente y vuelve a Dios. Jesús nos enseñó esta verdad con la parábola de la oveja perdida, que encontramos en Lucas 15:3-7. Allí dice:

«Y les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento» (Lucas 15:3-7).

La fiesta en el cielo es una expresión de la alegría de Dios por la salvación de sus hijos. Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Por eso, cuando alguien reconoce su pecado y se vuelve a Dios con fe y humildad, Dios lo recibe con amor y lo perdona. Así lo ilustra también la parábola del hijo pródigo, que sigue a la de la oveja perdida en Lucas 15:11-32.

La fiesta en el cielo también es una invitación a participar de la alegría de Dios por los que se salvan. Los ángeles y los santos se regocijan con cada conversión, porque saben que es un triunfo de la gracia de Dios y una victoria sobre el mal. Nosotros también debemos alegrarnos con los que se arrepienten y acogerlos como hermanos en Cristo. No debemos tener actitudes de orgullo, envidia o indiferencia ante los que vuelven a Dios, sino más bien imitar el ejemplo del padre misericordioso que abraza a su hijo perdido.

La fiesta en el cielo es también una anticipación de la fiesta eterna que tendremos con Dios cuando lleguemos al cielo. Nuestra alegría será porque veremos a Dios cara a cara y estaremos con él para siempre. En el cielo también nos encontraremos con todos los que han sido salvos por la sangre de Cristo y compartiremos su gloria. Será una fiesta sin fin, llena de gozo, paz y amor. Como dice el Apocalipsis:

«Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.» (Apocalipsis 21:3-4)

La fiesta en el cielo es una realidad maravillosa que debemos tener presente en nuestra vida cristiana. Nos anima a arrepentirnos de nuestros pecados y a buscar a Dios con todo nuestro corazón. Nos motiva a compartir el evangelio con otros y a alegrarnos con sus conversiones. Y nos llena de esperanza al pensar en el destino glorioso que nos espera junto a Dios.