La impresión de una imagen en color se hace generalmente según un procedimiento llamado cuadricromía. Miremos la cubierta de este calendario. Una fuerte lupa nos permite verificar que la ilustración se compone en realidad por la yuxtaposición de una multitud de pequeños puntos de colores llamados primarios: amarillo, rojo, azul, a los que se agrega el negro. Repartidos desigualmente y mezclados, estos minúsculos puntos reconstituyen la foto original. El impresor utilizó cuatro clisés del mismo tema; con ellos imprimió sucesivamente los cuatro colores en el mismo soporte.
Esta técnica nos ayuda a comprender por qué el Espíritu Santo nos dio cuatro evangelios. Aun en las biografías humanas podemos apreciar cuando dos autores diferentes cuentan la vida de una misma persona. Por ejemplo uno hablará de su vida familiar, mientras que el otro presentará más bien su actividad profesional. Deberemos leer las dos obras para conocer bien a la persona descrita.
En los distintos evangelios, Jesús nos es presentado en la dignidad del Hijo de Dios (Juan), en su humanidad (Lucas), como el rey de Israel (Mateo) y como el Siervo de Dios en las múltiples necesidades de los pecadores (Marcos); al superponerse, estos distintos puntos de vista nos permiten conocer y amar cada vez más a Aquel de quien nos hablan. Y esta diversidad hace resaltar la riqueza de la Escritura.
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