Una empresa entendió que estaba en el momento de cambiar el estilo de gestión y contrató un asesor. Este vino con la determinación de agitar las bases y volver la empresa más productiva. El primer día, acompañado por los principales asesores, hizo una inspección a toda la empresa. En la planta todos estaba trabajando, pero un muchachito estaba recostado contra la pared con las manos en los bolsillos. Viendo una buena oportunidad para demostrar su nueva filosofía de trabajo, el nuevo gerente le preguntó al joven: * Cuánto gana Ud. por mesí * Trescientos pesos, por qué?- respondió el muchacho sin saber de qué se trataba. El asesor sacó $300 del bolsillo y se los dio al chico diciendo: * Aquí está el sueldo de este mes. Ahora desaparezca y no vuelva nunca más! El joven guardó el dinero y se fue de acuerdo a las órdenes recibidas. El asesor entonces, sacando pecho, pregunta a un grupo de operarios: * Alguno de Uds. puede decirme qué hacía este tipo? * "Si señor" – respondieron atónitos los operarios. Vino a entregar una pizza…" Hay personas que desean tanto mandar, que se olvidan de pensar. (Bill Gates 2000)