De nosotros depende lo que reflejemos, si tenemos seguridad podemos ir por la vida felices, confiando y amando a todas las personas, pero cuando el miedo y temor hacen nido en el corazon del hombre, entonces ahí debemos hacer algo para que no empañe nuestra vida, porque lo que somos reflejamos, que todos noten que Cristo reina en nosotros y que lo manifestamos en el hablar, proceder y pensar, porque esto es la felicidad.
LA FELICIDAD…NUNCA SE VA
La felicidad no tiene contrapuesto porque nunca se pierde. Puede estar oscurecida, pero nunca se va porque tú eres felicidad. La felicidad es tu esencia, tu estado natural y, por ello, cuando algo se interpone, la oscurece, y sufres por miedo a perderla. Te sientes mal, porque ansías aquello que eres. Es el apego a las cosas que crees que te proporcionan felicidad lo que te hace sufrir. No has de apegarte a ninguna cosa, ni a ninguna persona, ni aun a tu madre, porque el apego es miedo, y el miedo es un impedimento para amar. El responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya provocado el conflicto, el apego y no el conflicto es lo que te hace sufrir. Es el miedo a la imagen que el otro haya podido hacer de ti, miedo a perder su amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que dices amar, y miedo a que la imagen de ti, la que tú sueñas que él tenga de ti, se rompa. Todo tiempo es un impedimento para que al amor surja. Y el miedo no es algo innato sino aprendido.
El miedo es provocado por lo que no existe. Tienes miedo porque te sientes amenazado por algo que ha registrado la memoria. Todo hecho que has vivido con angustias, por unas ideas que te metieron, queda registrado dentro de ti, y sale como alarma en cada situación que te lo recuerda. No es la nueva situación la que le llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que te contaron o que has vivido anteriormente con una angustia que no has sabido resolver. Si despiertas a esto, y puedes observarlo claramente, recordando su origen, el miedo no se volverá a producir, porque eliminarás el recuerdo.
EL RESPETO A MÍ MISMO
Autor:Anthony de Mello
Yo valgo porque Dios me proveyó de valores personales profundos. No tengo que ganármelos.
El respeto a mí mismo se nutre de esos valores, que conozco y llevo Dentro de mí. Poseo esos valores. Son míos. Debo de nutrirlos y cuidar de ellos, ya que corro el peligro de que se deformen, amenazados como están por una sociedad orientada hacia el éxito material.
Si logro salvar las trampas que me tiende ese éxito, si no me «adorno» de éxitos de ese tipo a expensas de los demás, conservaré el respeto de mí mismo. Daré entonces más importancia a aquellos actos que expresen mi valía -don maravilloso que me ha sido dado-, proyectándola hacia los otros. Esta es mi motivación primera, lo que me impulsa a ser mejor lo que puedo.
Mi valía es mi mundo. Me comprometo y cumplo mi palabra. Esto, Es más importante, es crucial.
A los demás les digo: «Valgo tanto como tú. Intercambiemos valores. Yo te ofrezco lo mejor de mí mismo, esperando que me correspondas de la misma manera.»
«Recuerda que lo interno es más importante, aquellos que se interesan sólo por lo externo están condenados a llevar una vida muy superficial.?
Si en algunas ocasiones te han hecho sentir mal diciendote que no eres valioso, no hagas caso desde hoy en adelante, porque ante los ojos de Dios si lo eres y El te ha dotado de cosas buenas, porque de Si mismo nos ha dado aliento y este hace que se note que tenemos talentos, dones y valores que hacen nuestra vida agradable, por eso desde hoy en adelante cambia tu manera de pensar ti han ofendido en este aspecto y vive radiante sabiendo que El te ama, te brinda lo mejor y se acuerda de ti cuando sufres.
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Es esposo de la mejor mujer, padre de 2 hijos maravillosos, pastor y director de Desafío Joven. En los últimos 12 años ha trabajado con jóvenes, padres y líderes juveniles. Estudio en Rhema Bible Training Center. Su servicio con la palabra de Dios se ha extendido por más de 27 países en 13 idiomas. Es director ejecutivo y consultor de varios ministerios cristianos, desarrollando conferencias, cursos bíblicos, libros, estudios, devocionales, vídeos y recursos para la vida espiritual.
Durante este estudio, los jóvenes...
recorrerán los capítulos 37 al 45 de Génesis e intercambiarán ideas sobre los eventos de la vida de José;
compartirán cómo la falta de perdón afecta sus vidas;examinarán sus propias actitudes hacia el perdón; y
experimentarán la libertad del perdón.
Tema: Recibiendo el perdón (Génesis 37-45)
Los capítulos 37 al 45 de Génesis relatan los últimos años de la vida de Jacob. La intriga y el drama marcan estos años, mientras el énfasis se dirige a su hijo, José. La situación de hijo preferido que disfrutaba José se convirtió en una maldición cuando sus celosos hermanos, astutamente, lo vendieron como esclavo.