Investidos de Poder Lucas 24:44-49 El poder del Espíritu Santo es el control activo y sobrenatural, y la autoridad, de Dios Todopoderoso. Es la fuerza que nos permite servir. Lamentablemente, muchos hijos de Dios tratan de llevar a cabo una tarea sobrenatural utilizando sus propias energías humanas.   El Espíritu de Dios habita en todos los creyentes. Pero hay una gran diferencia entre tener el Espíritu Santo dentro de nosotros y la liberación del poder del Espíritu Santo en nuestra vida. Piense en la diferencia que hay entre un auto sedán y un auto de carreras. Ambos vehículos corren, pero lo que hay debajo del capó del auto de carreras es lo que lo hace más poderoso que el sedán. Cuando el Espíritu de Dios le da poder, usted puede funcionar como el coche de carreras.   Muchas veces pensamos que el poder del Espíritu Santo está al alcance solamente de pastores y misioneros. Pero este poder se le ofrece a toda persona que esté dispuesta a servir a Dios. Primero, debemos estar convencidos de nuestra incompetencia. Esto significa reconocer que no podemos trabajar para Dios sin la ayuda del Espíritu Santo. Luego, reconocer y admitir que nuestra incompetencia surge de una vida pura. La confesión de pecado y el arrepentimiento son necesarios para mantener la comunión con Dios. Si dejamos que el pecado intencional entre en nuestra vida, ponemos trabas al poder del Espíritu Santo. Por último, toda persona que se apropia de la energía divina, tiene una activa vida de oración.   Si confiamos en que Dios nos dará la fortaleza para hacer el trabajo que Él nos manda hacer, seremos investidos de poder.        Hermanos en Cristo con esta lectura que le envié que Dios Nuestro Señor los llene de gozo y de sus bendiciones para que cada uno de nosotros podamos seguir llevando por este medio, Su Palabra a cada persona que la nesecita y pueda recibir también de Su Espíritu Santo, gozo y bendiciones, Amen. Que Dios les bendiga hoy y siempre su, Hna Yolanda Cartagena les ama en Cristo de manera especial. [email protected]