Estamos en una sociedad violenta, salvaje, sin corazón, inhumana, sin piedad, cruel y desalmada, llena de intrigas, de odios, guerras, celos y venganzas.

Sociedad materialista, de opresión, competitiva, y todo esto sucede por estar sin Amor y s in Dios, completamente alejados de Él, de sus caminos.

Millones de personas viven tensas, agitadas, preocupados y en constante actitud de pánico e inseguras, el temor, es el pan diario de cada día.

Cuando caminamos por las calles, vemos un probable enemigo escondido detrás de cada prójimo, estamos en un extremo estado de alerta rojo, como si todos fuesen posibles asaltantes o secuestradores, violadores o asesinos.

Hasta tememos que la mano que se pueda extender para ayudarnos, sea la misma que en cualquier momento nos pueda agredir. Estamos sobrecargados de mil y una noticias malas, de asaltos a plena luz del día, de muertes innecesarias y secuestros horribles; mentiras, sobornos y corrupción en todos los niveles.

Pero éste mundo tan agitado convulsionado y revuelto, aún tiene esperanzas, no todo está perdido, la solución la tenemos al alcance de nuestras propias manos.

Existe en nuestro caminar diario, un remedio podero so, que libera, desata, rompe las cadenas, nos da la libertad y la seguridad que estamos buscando, tan necesaria como el aire que respiramos.

Se trata del ?Amor y del Perdón?, ambos son inseparables, no pueden subsistir el Amor sin el Perdón, y el Perdón sin el Amor. Quien no sabe o no aprendió a Perdonar, aún no sabe Amar.

Aprender a Perdonar, he aquí la difícil tarea de la humanidad, para crear una civilización menos agresiva, menos salvaje, menos competitiva; una civilización en la cual la bondad, la benignidad y los sentimientos del corazón sean considerados como valores fundamentales para la convivencia humana, para vivir en armonía, en Paz.

Este es el sueño de todos los hombres de buena voluntad, porque Amando, daremos Paz, Perdonando tendremos Paz, nosotros, y aquellos que nos rodean, familiares y vecinos, compañeros de trabajo y amigos.

Buscando a Dios, encontraremos la Paz tan ansiada por la humanidad toda, teniendo a Dio s en nuestro corazón podremos Amar y Perdonar, no hay otra manera, no hay otro camino ni ninguna otra filosofía que pueda cambiar al ser humano.

Sólo Dios puede cambiar el corazón del hombre por medio de Jesucristo, de esa manera cambiará la sociedad, la familia, los gobiernos, el mundo, la humanidad.

Por eso Dios, hoy le dice a la humanidad: ?Dadme, hijos míos vuestros corazones, y miren vuestros ojos mis caminos…. les daré a ustedes un corazón y un Espíritu nuevo pondré dentro de ustedes, y quitaré el corazón de piedra de vuestro interior, y les daré un corazón de carne? (Proverbios 23:26) , (Ezequiel 11:19).

JESÚS LUIS RETTA

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