DEVOCIONAL

?…Ve, vende el aceite y paga a tus acreedores; tú y tus hijos vivid de lo que quede. Apenas ella entró, se echó a sus pies, postrada en tierra. Después tomó a su hijo y salió? (2 Reyes 4:7b,37).

Llamamos milagro a un acto de la voluntad divina para mostrarnos a los hombres que existen fuerzas distintas y superiores a los humanos y enseñarnos por este medio una verdad más profunda. Dios obra el milagro para trasmitirnos una verdad de fe, por su soberana voluntad. (Vila. DBI. 1981)

Analicemos estos milagros: El de la viuda que tuvo aceite y pagó a su acreedor, sino lo hacía, sus dos hijos eran esclavos. O el de la sunamita estéril que tuvo un hijo, se le muere, luego vuelve a la vida. O el caso de la comida envenenada, que fue sanada. O el de la multiplicación de los panes.

Si bien, cada milagro muestra el poder de Dios, también da a conocer que Dios suple cada necesidad de sus hijos, cuando éstos atraviesan una dura crisis, y que Él usa a sus siervos para que sean sensibles a las necesidades de los que sufren y les ayuden.

El milagro no busca el exhibicionismo y orgullo espiritual del siervo de Dios, sea este Misionero, Evangelista, Pastor o lo que fuere. El milagro no es para que alabemos al ?Gran Siervo? que tiene una ?Gran Unción?, sino para que Honremos a Dios y mostremos su poder a favor de los más necesitados.

Una viuda vio que se multiplicó su aceite y pudo vivir. La estéril mujer importante que vio a su hijo muerto, que volvía a la vida. Los hijos de los profetas, vieron que a su guisado se le quitó el veneno y comida para cien personas, cuando había poco pan.

Dios llega al corazón y necesidad de cada persona; pero no debemos buscarlo solamente para solucionar nuestros problemas, sino para darle gracias por lo bueno que Él es, y servirle por gratitud. Ore por quien transmite estos devocionales

ORACIÓN:

Padre, gracias por proveerme el pan de cada día…