El amor de nuestro Padre

Lectura: Oseas 11

Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor. . . . –Oseas 11:4.

Un joven cristiano se tomó en serio su papel de padre. Cuando su hijo era bebé lo protegía. A medida que el niño crecía, su papá jugaba pelota con él, lo alentaba y trataba de enseñarle acerca de Dios y la vida. Pero en sus años de adolescente, el muchacho llegó demasiado lejos y fue demasiado rápido en su transición a la independencia.

Igual que el hijo pródigo de Lucas 15, rechazó los valores del padre. Tomó decisiones necias y se metió en problemas. El padre se decepcionó profundamente, pero nunca desistió de él. «Haya hecho lo que haya hecho, sigue siendo mi hijo –dijo–. Nunca voy a dejar de quererlo. Siempre será bienvenido en mi casa.» Finalmente llegó el gozoso día en que padre e hijo se reunieron.

El pueblo en los días de Oseas siguió un patrón similar. Aunque Dios los había rescatado de Egipto y los había alimentado, ellos le volvieron la espalda. Insultaron su nombre adorando a los dioses de los cananeos. Pero Dios todavía los amaba y anhelaba su regreso (Oseas 11:8).

¿Temes haberte alejado demasiado de Dios como para ser restaurado? Aquel que te salvó y que te ama anhela tu regreso. Sus brazos están abiertos con perdón y aceptación. Nunca te va a alejar de Él.

¡Cuánto podemos alegrarnos del amor del Padre! –DCE

EL AMOR DE DIOS NO TIENE LÍMITES.

Tomado y adaptado de Nuestro Pan Diario, las citas bíblicas se transcriben de la Nueva Versión Internacional.

Pastor Osvaldo Carnival   [email protected] 

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