“Así murió Saúl a causa de su rebelión con que pecó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina, y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí” (1 Crónicas 10:13-14)

Eran las 12:30 p.m. suena el teléfono de mi oficina Pastoral, al otro lado está Maggy una señora que se come las uñas de los nervios, me dice que está con problemas y una gran deuda económica.

Maggy, tiene 41 años, y está esperando un bebé, un siquiatra la está atendiendo; pero en su desesperación, no busca a un brujo, sino a un Pastor para que la oriente a Dios; y en efecto, ella recibió a Cristo la vida eterna y consejos para vivir mejor.

El cronista da las razones por las que Saúl tuvo que morir, él consultó a una adivina, en lugar de buscar a Dios. Si seguimos analizando este texto, hay causas graves de Saúl. Una, se rebeló y pecó contra Dios. Dos, no obedeció la Palabra de Dios, y tres, consultó a una bruja, y no buscó al Señor.

Cuando una persona, desobedece a Dios, y no guarda su Palabra; y en lugar de obedecer al Señor, busca el consejo de los brujos, del horóscopo, de las barajas y adivinadores; acarrea para sí mismo el mal y no llega a ser de bendición a su familia.

Dios nos invita constantemente: “Buscad a Jehová, mientras pueda ser hallado”; “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados” Ó “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará”.

Consulta a Dios, Él no falla, es el mejor Consejero. Él nos guía por medio de su Palabra, el manual de la vida, que es la Biblia. En vez de consultar a los engañadores que se escudan en el horóscopo, en la baraja, en un consultorio oculto; mejor busquemos al Señor que es veraz, que da paz y esperanza.

REFLEXION:

¿A quien acudes en tu desesperación? Prueba al Señor y nota la enorme diferencia.