VICTORIA PARA QUIEN PERSEVERA
Perseverar en ella hasta el éxito, es cosa diferente; eso ya es algo
que requiere continuidad y esfuerzo.
Comenzar está al alcance de los demás, continuar, distingue a los
hombres de carácter.
Por eso la médula de toda obra grande –desde el punto de vista de su realización práctica– es la perseverancia, virtud que consiste en llevar las cosas hasta el final.
Es preciso, pues, ser perseverante, formarse un carácter no sólo
intrépido, sino persistente, paciente, inquebrantable.
El verdadero carácter no conoce más que un lema: la victoria.
Y sufre con valor, con serenidad y sin desaliento, la más grande de las pruebas: la derrota.
La lucha tonifica el espíritu, pero cuando falta carácter, la derrota
lo reprime y desalienta.
Hemos nacido para luchar. Las más grandes victorias corresponden siempre a quienes se preparan, a quienes luchan y a quienes perseveran.
Tus alegrías, triunfos y tus logros no son míos,
Pero Disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida, me limito a apoyarte, estimularte y ayudarte si me pides, y si no me lo pides
también.
No puedo trazarte limite dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser,
solamente puedo quererte tal como eres y ser … TU AMIGO .
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