Fuentes de Salvación

«El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva» (Juan 7:38)..

existe una carretera sinuosa que pasa a través de un desierto seco y colinas estériles donde, por muchos kilómetros, la única agua encontrada está en una fuente en el punto más alto de una pequeña montaña rocosa. Cuando la fuente está bien, la agua corre en el espesor de un lápiz, pero para aquellos que por allí pasaban antes de la era de los autos, esta fuente era muy usada para saciar su sed.

Para ayudar a las personas a conseguir agua para beber, alguien dejó allí una vasija de barro. A lo largo del tiempo, la taza se quedó sucia y empolvada. Muchos dejaron de beber a agua a causa de la condición repulsiva de la vasija.

En las carreteras obscuras y estériles de este mundo, muchas veces nosotros, cristianos, somos buscados por personas que,
cansadas de sus vidas sin sentido, anhelan encontrar el rumbo perdido en busca de una vida feliz y bendecida.

¿Y que estás personas han encontrado en nosotrosí Una fuente pura y cristalina, aunque pequeña y simple, pero donde podrán ver renovados los sueños de conquistas o el fracaso de una vida áspera y desagradable como la apariencia de aquella vasija junto a la fuente en la roca.

Mucha gente pasará por nosotros entretenida en su camino, como aquellos que hoy pasan por aquella carretera en sus autos, pero ciertamente también pasarán aquellos que necesitan desesperadamente de una palabra, por más simple que sea, que sacie su sed espiritual y renueve sus fuerzas y esperanzas, en su caminata en busca de un porvenir mejor.

Debemos vivir cuidadosamente delante de Dios, mostrando una vida limpia y transformada, sin aquellas actitudes groseras
y desagradables, incompatibles con la vida cristiana, que sirven apenas para causar repugnancia y alejar las personas de las fuentes de salvación.

Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet