La familia postmoderna

«Yo y mi casa serviremos a Jehová» (Josué 24:15)

Zapping, decisiones por consenso, lo quiero ya, consumo, anorexia/bulimia, mercado, globalización, paradigmas… Éstas y otras son las nuevas expresiones que dominan ya no sólo en los círculos académicos, sino también en la mesa familiar.

Nuestras familias viven en la era posmoderna, una era caracterizada por las oportunidades y los desafíos. Las primeras nos permiten beneficiarnos del avance de la medicina prolongando los años de vida de las personas, el reconocimiento de los derechos del niño, la mujer y los ancianos generando una conciencia más igualitaria entre los seres humanos, y aun los aportes de la informática transformando al planeta en una pequeña vecindad donde las comunicaciones parecen más próximas y accesibles.

En cuanto a los desafíos, la familia tiene que enfrentar el pluralismo de ideas, la secularización de los valores, la relativización de la ética.

La familia posmoderna está instalada en medio de un contexto parecido al de la familia de Josué en la tierra de Canaá: por un lado la oportunidad de la leche y de la miel por el otro los peligros de una tierra infectada por la idolatría.
En medio de oportunidades y desafíos, es necesario que la familia cristiana defina con claridad, al igual que Josué, a qué Dios va a servir, a qué estilo de vida familiar va a responder, con qué valores formará a la próxima generación y con qué clase de espiritualidad desarrollará su fe.

En medio de una cultura diferente a la de nuestros abuelos, donde las cosas de hoy no son como las de antes, donde todo cambia rápidamente y lo que aprendimos ayer ya no sirve para hoy, es necesario que con más diligencia reconozcamos como familia a Jesucristo como el Señor de todos los tiempos, incluso de estos tiempos.

Oración: ¡Oh Dios! En medio de los tiempos, recuérdanos que eres Tú, y ningún otro, el único Señor del ser humano.

Autores: Jorge Galli
Fuente: Eirene Argentina (www.eireneargentina.com.ar)