Hermanos, consideren su propio llamamiento:
No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos, ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna. Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos.
También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse. Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría – es decir, nuestra justificación, santificación y redención- para que, como está escrito: «Si alguno ha de gloriarse, que se gloríe en el Señor» I Corintios 1:26-31
Toda la historia de la expansión de la Iglesia es una victoria progresiva de los ignorantes sobre los eruditos, de los humildes sobre los arrogantes, de los débiles sobre los poderosos.
Dios escogió lo necio para confundir a los más sabios.
Los sabios de este mundo quieren llevar a los hombres a alcanzar su libertad y realización mediante estrategias humanas y sin sentido, lo único que logran es insatisfacción y frustración, Dios entonces, confunde a los sabios en sus intentos y más bien obra, mediante sus instrumentos escogidos, que no tienen sabiduría humana, pero son capaces de llevar a los hombres a la salvación.
Para alcanzar este propósito, el Señor escogio las cuatro nadas para anular las cosas que son: lo necio, lo flaco, lo vil y lo menospreciado.
A fin de que ninguna carne se jacte porque los que tratan de gloriarse de la grandeza y sabiduría humana pronto serán confundidos y avergonzados,
Porque la carne como la flor del campo es hermosa, pero débil.
Isaías 40:6
«Que todo mortal es como la hierba y toda su gloria como la flor del campo, la hierba se seca y la flor se marchita, porque el aliento del Señor sopla sobre ellas. Sin duda el pueblo es hierba.
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».
La sabiduría que viene de Dios, que emana de él y es enviada por él, nos ha sido dada para nuestra eterna ganancia, sabiduría la cual es inalcanzable si se busca de una manera mundana.
Por ella llegamos a ser sabios para salvación, gracias solo a la sabiduría que originó y llevó a efecto el plan, ya que antes nosotros eramos «insensatos».
El que se gloría ha de gloriarse en el Señor, no en la carne ni en el mundo.
Por todos los títulos que intentes tener, por más experiencia que hayas alcanzado, todo es nada si quieres ayudar a otros y a tí mismo.
Necesitamos la sabiduría celestial para que nadie nos divida,confunda o averguence. Amados hermanos, sólo en Cristo Jesús somos sabios, y esto no para buscar nuestra gloria, sino para exaltar su Nombre.
Oración: Hoy quize escribir un mensaje de bendición para tus hijos, pero ni si quiera abrí tu Palabra, creí que ya sabía lo que expresaría y los versículos de memoria aprendidos en mi niñez vinieron a mi mente, pero tuve que detenerme Señor, me creí inteligente, y capaz de hablar de tí sin preguntarte antes lo que querías hablar. Padre, nadie es valioso sin tu ayuda, nadie puede predicar tu mensaje de salvación sin tu sabiduría. Nadie puede ser un redentor buscando la paz del hombre sin hablar de ti. Porque escogiste lo más débil para humillar a lo sabio. Que jamás se repita esta historia en ninguno de tus hijos, tu manada pequeña sólo florecerá cuando decida glorificar tu Santo Nombre.
Amén.
Martha de Bardales
Iglesia Bíblica Emmanuel de la Molina
Que el Señor te bendiga ahora y siempre
Martha Bardales 
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