Estás perdido? Mira para la Cruz!

«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10).

El oficial Peter O ‘Hanlon estaba haciendo su ronda nocturna, como de costumbre, en las calles inglesas hace algunos años atrás. De repente escucho un lloro angustiado que venía de algún local próximo. Caminando en dirección al punto de donde venía los ruidos, avistó, en medio de las sombras, un pequeño niño sentado en una escalera. Con lágrimas cayendo por su rostro, el niño dijo: «Estoy perdido, por favor me lleve para casa.» El policía intento enumerar varios nombres de calles buscando ver si recordaba donde vivía. Fue en vano. Entonces repitió los nombres de las tiendas y hoteles de la área, pero todo fue en vano. Fue entonces que recordó que había una iglesia grande en el centro, con una gran cruz blanca en frente. Pregunto al niño: «Tu vives junto a la iglesia con la gran cruz blanca en frente» El rostro del niño luego mostro un gran brillo. «Si, me lleve para la cruz que yo hallo el camino de casa desde  allí.»

Cuantos de nosotros vivimos en este mundo en la esperanza de encontrar nuestro hogar. Caminamos en varias direcciónes, esforzándonos para llegar al puerto de nuestra felicidad pero nos sentimos perdidos y vagando sin rumbo. Sabemos que nuestra victoria está  próxima pero no hallamos la puerta que nos llevará hasta ella.

Buscamos auxilio en varios lugares, corremos para todos los rincones donde pensamos tener los problemas resueltos y no encontramos nada. No conseguimos ver la luz al fin del túnel y, muchas veces, cansados, solo nos queda sentarnos y llorar por el fracaso en todas las tentativas.

Un día, a los 21 años de edad, yo me sentía de esta forma. Estaba perdido y creía que no podía encontrarme. Alguien, como aquel policía inglés, me invito y yo me vi en la puerta de una iglesia. Fue allí, donde tuve un encuentro con Cristo, que yo conseguí  encontrarme. Mire para la cruz y ella me mostró el camino de la victoria.

Cuando estamos junto a la cruz, podemos confiar que nunca mas estaremos perdidos!

Paulo Barbosa