Para reflexionar…(01/06/06)
De Que Lado Usted Esta?

«Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesís en lo que a Dios se refiere» (Romanos 15:17).

Fue dado, a una joven señora, un folio de papel y un l?piz. Deb?a crear dos columnas, enumerando en la primera las razones por las cuales deb?a estar del lado de Dios y, en la segunda, las razones por las cuales no deb?a estar del lado de Dios. El l?piz desliz? rápidamente del tope para bajo del folio de papel, mientras escrib?a, en la primera columna, todas las razones porque deb?a servir a Dios. Sin embargo, cuando pasí para a otra columna, par?, pensativa, y no consigui? encontrar un motivo siquiera para no estar al lado
de Dios. Millares y millares encuentran, con facilidad, motivos para servir al Señor, pero no encontramos nadie que tenga un motivo real para no estar al lado de Él. Es el lado sensato, aceptable y el mejor lado.

Muchos en este mundo no entregaron, aún, el corazón para el Señor y ni viven en la presencia de Dios. ?Y, por qué? ?Cual el motivo de que anden indiferentes a las cosas celestiaisí
Probablemente ninguno de ellos sabe contestar. Viven distante del Salvador pero no tienen una raz?n para eso.
Siguieron otros caminos, intentando llegar a un lugar que ni saben donde se queda.

?Y nosotros, tenemos una raz?n para andar delante del Señor? ?Sabemos por qué hicimos tal elecci?n? S?, sabemos y muy bien. Queremos vivir una vida de paz y alegr?a, de verdad y edificaci?n, de desaf?os y victorias, de amor y fe. Queremos por en pr?ctica el perd?n que experimentamos y compartir el
mucho que hemos recibido.

Y ?donde hallar?amos mayor fuente de amor y fe, de esperanza y perd?n, de verdad y renovaci?n? ?Donde aprender?amos a cantar sin vanidad, a orar con esp?ritu de agradecimiento, a marchar en dirección a una conquista con la certeza de ya haberla logrado? Dios es esa fuente de regocijo y felicidad, el manantial de paz y misericordia, la verdadera raz?n para que descansemos sin la incertidumbre de lo ma?ana.

Estar del lado de Dios trae un goce que durar? para siempre.

Paulo Barbosa