No cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo. Colosenses 1:9-10.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios. Hebreos 11:6.

¿Cómo agradar a Dios?

Usted puede llevar una vida honrada y merecer la estima de sus semejantes. Pero, en cuanto a Dios, la Biblia declara que sin fe es imposible agradarle.

Mediante sus aptitudes usted puede brindar diversas satisfacciones a los demás; pero si no tiene fe, no puede agradar a Dios.

Usted puede ser envidiado por su fortuna o apreciado por sus cualidades morales. Puede apasionarse por causas justas, generosas, y luchar contra las desigualdades sociales. Pero si rehúsa creer cuando Dios le habla, no puede agradarle.

Usted puede desempeñar cargos importantes en su profesión o en la administración del Estado, y dirigir a los hombres con autoridad y prestigio. Pero sin fe no puede agradar a Dios.

Usted podría distribuir todos sus bienes a los desdichados y consagrar toda su vida a realizar obras benéficas. Pero si el amor, consecuencia de la fe, no es el gran móvil de sus hechos, lamentamos decirle que, pese a todo, usted no puede agradar a Dios (1 Corintios 13:3; 1 Timoteo 1:5).

Usted podría participar en todos los oficios religiosos del mundo, ofrendar, orar y ayunar sin tener verdadera fe. Y sin fe es imposible agradar a Dios.

No sólo crea en Dios, sino crea a Dios cuando él se dirige a usted.