¡ÁNIMO, SE ACERCA EL DÍA GLORIOSO!

Decid a los de corazón apocado: ¡Esforzaos, no temáis! He aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá y os salvará (Isaías 35:4)

Cuando una persona tiene ánimo y motivación para ser y hacer algo en la vida, vale la pena vivir. Hoy el texto nos anima porque se acerca el día en que el Señor vendrá con un futuro glorioso.

Los comentarios hablan del retorno de Israel de Babilonia, en donde estuvo cautivo; para ellos fue motivo de alegría y para el creyente el retorno del Señor, será de gozo porque cesará todo mal.

La razón de su venida es para recoger a su pueblo y llevarlo de vuelta al hogar; como que viene al caso la esperanza para los cristianos y cuando los milagros de sanidad en el Evangelio, anuncia la alborada de una nueva era (en Cristo), el desierto producirá arroyos y praderas y hacen su entrada los alegres peregrinos camino de Sión. La profecía se remonta por encima de la época de Isaías, habrá un nuevo Éxodo, con la venida del Señor, la alegría de los redimidos. (Guthrie. NCB. 85)

El creyente en Cristo, al igual que el israelita que anduvo errante en medio del desierto y con necesidades; hoy es cuál ave de paso, anda errante por este mundo, que se muere de sed, sin saber que el agua de vida es el Señor Jesucristo.

Alcemos nuestros ojos a Dios, Él es nuestra gloriosa esperanza, Él se acerca, su venida nos traerá paz, gozo y un futuro lleno de gloria, pues viviremos eternamente con el Rey de reyes y Señor de señores.

Mientras tanto, sirvamos con amor y fe a nuestro prójimo, a la Iglesia y oremos con fervor por este su Ministerio para seguir edificando su vida.

Es hora de hacer misiones, comience en su hogar, antes que Él venga.

REFLEXIÓN:

Te animo a seguir en el camino de la esperanza, alégrate peregrino que ya viene nuestro amado Señor.