Claramente el apostol Juan señala que hay ángeles y seres humanos, lo cual nos dice que los ángeles y los humanos son diferentes en cuanto a naturaleza.
A los ángeles se les dio el propósito divino de adorar a Dios, dar mensajes (como el arcangel Gabriel y el arcangel Miguel) y también son enviados a favor nuestro para ayudarnos a cumplir el propósito de Dios aqui en la tierra (Hebreos 1:14 – La Biblia Nuevo Testamento).
A nosotros los humanos, Dios nos creó a su imagen y semejanza, con el único propósito de ser su familia y tener una relación personal con Él; por el tremendo error que cometieron Adan y Eva (que dudaron de la integridad de Dios), perdimos nuestra naturaleza divina y fue necesario que Jesús. el Verbo, se hiciera hombre y en esa condición de hombre condeno al pecado en su carne e hizo posible que aquellos que en ël creyeran fueran declarados justos sin pecado delante de Dios y tuvieran la misma clase de vida con la cual Dios los creó originalmente.
Dios creó al hombre para vivir junto a él, a nosotros nos llama hijos suyos porque creímos y recibimos a Jesús como Señor y Salvador y ahora Él es nuestro Padre, mí relación con Dios es: Mi Padre y yo yo soy su hijo(a). A los ángeles no les ha dado ese derecho de ser llamados hijos, solamente a nostros los humanos:
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad para ser hechos hijos suyos (Juan 1:12)
Y por cuanto sois hijo, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba Padre! (Gálatas 4:6)
Hay muchos hombres y mujeres de todas las edades que aun no han sido hechos participantes de esta naturaleza divina, ellos estan separados de Dios por el pecado que ya no es un problema porque fue quitado por Jesucristo y es en este contexto de que nostros sus hijos e hijas tenemos un propósito divino que cumplir en la tierra:
Anunciar a Jesucristo, quién nos llamo de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9).
Nosotros anunciamos el evangelio, las buenas noticias de salvación para que nadie se pierda, porque es la voluntad de Dios que el hombre redimido por la sangre de Jesucristo, heredero y coheredero con Él, sea particicpante desde ahora de su herencia divina, de todas las promesas de Dios y goce de una abundante vida en la tierra y tambien en el cielo – eso se llama: vida eterna – lo cual solamente se encuentra en Jesucristo, si tú le hicieste Señor y Salvador de tu vida.
DÓNDE PIENSAS PASAR LA ETERNIDAD?
¿Dónde piensas pasar la eternidad, luego de tu pregrinar en la tierra?…
Al lado de Dios o lejos de su presencia …
Por: Norma Solis Zavala
Cada persona tiene en su interior un vacio y busca como llenarlo, aunque algunos piensan que son productos de la evolución piensan en la inmortalidad del alma o en la eternidad.
Cada cultura en su acontecer histórico nos muestran el respeto que tenían en esa inmortalidad que les tocaba enfentar a cada persona después de la muerte.
Hace mas de 2000 años a tras nuestro Señor Jesucristo dijo: «el que cree en mí tiene vida eterna», si hay una vida eterna, también hay una muerte eterna.
La vida que nos ofrece Jesucristo va mas halla de este mundo terrenal, se refiera al ámbito espiritual donde esta la morada de Dios. Allí esta Dios el Padre, Jesús el Hijo reinando con poder y gloria, intercediendo a favor nuestro para cumplir sus propósitos en esta tierra.
Somos recordados en la tierra por las obras que hacemos, pero pronto esas obras quedan en el olvido, pero el hijo de Dios, que ha sido redimido por Jesucristo vive eternamente junto a Dios y sus buenas obras son contados como frutos de justicia.
¿Piensas que las buenas obras te daran derecho a gozar de la naturaleza divina dada por Jesucristo – la vida eterna – ? …
Ciertamente no – en el libro de Apocalipsis nos dice que luego de que Jesucristo haya venido por segunda vez y haya acontecido la gran tribulación, serán abiertos los libros, en esos libros están registrados tus obras sean buena o malos, pero luego se abrirá el libro de la vida y los que no estan registrados en ese libro no gozaran la vida eterna al lado de Dios, sino fuera de su presencia, eso se llama: muerte eterna (Apocalipsis 20:12-15).
Las buenas acciones o buenas obras no son un pasaporte para la eternidad con Dios, solamente Jesucristo es el camino, la verdad y la vida.
Haz de Jesucristo hoy el Señor y Salvador de tu vida, porque todo aquel que invocare su nombre será salvo.
Con amor:
Norma Solis Zavala.
