DEVOCIONAL DIOS, NUESTRO PADRE Y CREADOR

 «A pesar de todo, Señor, tu eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tu el alfarero. Todos somos obra de tu mano  (Isaías 64:8NVI)

Pedro, cree que Dios es un «papa» corazón que todo le tolera, que al final perdona todo. Mientras que Juan, opina que Dios es lleno de ira, que al mínimo pecado le castiga. Estas dos versiones, no describen a Dios tal como es, realmente.

Dios es justo que en su ira castigo a Israel por su pecado; pero a la vez mostró su misericordia a los humildes que le buscaron. Igual hoy es justo y misericordioso.

Existe la constancia del Padre a quien se puede recurrir. Por sobre todas las cosas el Padre se nos presenta como el Hacedor que todo lo sabe y que todo lo controla. Hace de la oración un modelo para los que tienen que suplicar desde lo más profundo. (Guthrie. NCB. 1985)

La forma de Dios es indecible e indescriptible, pues los ojos de la carne no lo ven. Vive en Gloria incomprensible, en magnificencia insondable, en poder incomparable. Si digo que es luz, me refiero a algo que Él hizo. Si digo que es Verbo, me refiero apenas a su origen. Si digo que es la mente, lo limito a la inteligencia. Si digo que es Espíritu, hablo de su aliento. Si digo que es sabiduría, hablo de su progenie. Si digo que es fuerza, solo describo su potencia. Si digo que es providencia, me limito a su bondad. Si hablo de su reino, me refiero a su gloria. Si le llamo Señor, es porque es Juez. Si digo que es Juez, es porque es justo. Si digo que es fuego, hablo de su ira. Pero si lo llamo Padre, lo he dicho todo. (Teófilo de Antioquia)

Alabemos en este día a nuestro Creador, Sustentador y Padre amante quien nos rescato de las tinieblas en la persona de Jesucristo para que le adoremos y sirvamos eternamente.

ORACIÓN:

«Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino y que sea haga tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra» (Mateo 6:9-10)