?Si nuestra justicia no es la Suya, no sirve de nada!

?Como el Rey David! Seguramente tenía un gran orgullo espiritual que tuvo que ser abatido, ?pues fue siempre un h?roe extraordinario! Siendo aún un chiquillo se enfrent? y mat? a un le?n y a un oso para proteger a las ovejas de su padre. ?Luego mat? a Goliat, el gigante, y todo Israel supo de su gran valor! (1Sam.17: 34-37,49; 18:6,7) Pero por lo visto se envaneci?, con lo cual cay? en gran pecado. Peor aún, ?se volvi? un pecador farisaico, porque lo ocultaba y fing?a ser un santo! ?Pero por fin cayeron sobre Él los juicios de Dios y lo perdi? todo! (2Sam.11,12) ?Sin embargo, qué maravilloso fue su cambio cuando finalmente el Señor abati? su orgullo espiritual!