Las Siete Maravillas
Un grupo de estudiantes de Geografía estudiaba las siete maravillas del mundo. Al terminar la clase, se les pidió hacer una lista de lo que ellos consideraban deberían ser actualmente las siete maravillas del mundo.
A pesar de algunos desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente: las Pirámides de Egipto, el Taj Mahal, el Gran Cañón, el Canal de Panamá, el Empire State, la Basílica de San Pedro y la Muralla China.
Mientras se hacía la votación, el maestro notó que una estudiante permanecía callada y no había entregado aún su lista. Así que le preguntó si tenía problemas para terminar de hacer su elección. La muchacha tímidamente respondió: «Sí, un poco.»
«No podía decidirme pues son tantas las maravillas.» Bueno, dinos lo que has escrito y tal vez podamos discutirlo.
La muchacha titubeó y después leyó: «Creo que las siete maravillas del mundo son: poder tocar, poder saborear, poder ver, poder escuchar.» Titubeando un poco continuó: «Poder sentir, poder reír, y… poder amar.»
Al terminar de leerlas, el salón de clase quedó en un silencio absoluto. Son tantas las maravillas que tenemos y no las valoramos.
Autor Desconocido.
¿Cuántas veces en la vida ignoramos las grandezas y maravillas de Dios demostradas en las cosas pequeñas de la vida, pero que son impactantes? No busques tantas maravillas afuera, cuando dentro de ti están las mejores maravillas de Dios.
«¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.» (Éxodo 15:11)
«Ciertamente ustedes han visto con sus propios ojos todas las maravillas que el Señor ha hecho.» (Deuteronomio 11:7)
«Entonces Josué dijo al pueblo: Conságrense, porque mañana el SEÑOR hará maravillas entre ustedes. (Josué 3:5)
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