Salmo 14: El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, han cometido hechos abominables; no hay quien haga el bien.

Una creyente se paraba todos los días en el balcón de su casa y a viva voz exclamaba un gloria a Dios. Su vecino, un ateo confeso le recriminaba asegurándole que Dios no existía. Un día, dicha creyente que era en verdad muy pobre exclamó mientras oraba; «Señor, tu sierva tiene hambre y necesita algo de comer. ¡Súpleme por favor!»

El ateo vio esta, como la oportunidad de oro para probarle a su vecina lo equivocado de su fe. Salio temprano en la mañana y le hizo una compra sustancial de todo lo que consideró que esta podía necesitar y usar y lo dejó a la puerta de la casa de la cristiana.

Como todos los días, la creyente abrió la puerta y salió al balcón a exclamar su gloria a Dios! Que tal fue su sorpresa al descubrir tamaña provisión a la puerta de su hogar. ?¡Gloria a Dios!, exclamó con mas fuerza que nunca. El ateo que estaba escondido detrás de unos arbustos salió presto para avergonzar a la hija de Dios y le
dijo; – Le dije mil veces que no hay Dios. No fue ningún Dios el que le compró esos víveres. ¡Fui yo! Ja, ja, ja.

A lo que la creyente repostó ni tarde ni perezosa; – ¡Gloria a Dios! ¡Gracias mi Señor! Que no solo hiciste que el diablo me comprase estos víveres. ¡Le hiciste pagar por ellos y hasta que me los trajese a la puerta de mi hogar!

Porque no importa cuanto el maligno trate de hacernos dudar de la esperanza que tenemos en nuestro Dios, sabemos que sabemos que sabemos, que si Dios por nosotros, ¿quien contra nosotrosí El ha dicho que ni las puertas del infierno prevalecerán contra Su iglesia. Y también nos ha prometido que todo obra para bien de los que amamos al Señor. Así que no le permitamos a nadie, problemas o circunstancias adversas que nos hagan flaquear de nuestra fe.

Nunca olvides que Dios puede usar a cualquiera para bendecirte, aun al ateo, si estamos dispuestos a confiar en nuestro Señor.

Pastor Carlos Devetac