«…todo árbol se conoce por su fruto…» ( lucas 6:44)

El Titanic recibió cinco avisos de icebergs antes de hundirse. En las primeras horas de aquella mañana, cuando llegó el sexto mensaje diciendo: «Tengan cuidado con los icebergs», el operador respondió: «¡Cállese, estoy ocupado!». Treinta minutos más tarde, la nave gigantesca cuyo capitán dijo que ni Dios la podría hundir, lo hacía precipitadamente. ¿Qué había pasado? Pues, que se habían olvidado de los icebergs. Lo que veían por encima del agua no podía hundir al enorme navío, pero, por desgracia, la mayor parte de un iceberg está debajo del agua… ¿Sabes una cosa? ¡Este iceberg representa tu vida! El 10% que se ve es tu reputación, el 90% que no se ve es tu carácter. Y es lo que hay debajo de la superficie lo que «hunde» tu «barco». ¿Qué significa ‘carácter’? (a) Autodisciplina – la habilidad de hacer lo que es correcto, aun cuando no lo deseas hacer; (b) Valores básicos – los principios que mantienes a pesar de las presiones que te rodean; (c) Sentido de identidad – una imagen de ti mismo basada en lo que Dios dice de ti, no en lo que los demás dicen; (d) Seguridad emocional – la capacidad de ser emocionalmente estable y consistente. El impacto más grande referente a tu vida no se producirá por lo que posees sino por lo que eres. Jesús dijo: «…todo árbol se conoce por su fruto… El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo…» (Lucas 6:44-45). Lo que hoy te sucede en la parte externa de tu vida procede de lo que pasa en tu interior. El Señor establece el «ser» antes del «hacer». Él da prioridad al cuidado de lo que hay dentro de ti (en tu corazón) porque eso va a determinar lo que ocurrirá en la parte exterior (en tu conducta). ¡Piénsalo!