Muchos se cuestionan:

¿Existe la vida después de la muerte?

Tal vez la pregunta debe ser:

¿Existe la vida después de la vida?

Como seres curiosos que somos, algunos se aventuran y se arriesgan a entrar en los ámbitos espirituales en lugares donde ni aun los ángeles se atreven entrar.

Al hombre le llama la atención lo que le es prohibido; como en el caso de Eva, se fue a escuchar el hablar de la serpiente y terminó siendo engañada y trayendo malas consecuencias para toda la humanidad.

La Biblia es el segundo libro en revelarnos la existencia de Dios, dándonos los testimonios de apóstoles y profetas que nos narran sus experiencias con el Altísimo. El primer libro es la creación misma según nos dice San Pablo en Romanos 1.

Si creemos a la Escritura, entenderemos que el mundo espiritual es uno de grandes misterios y a la vez, de grandes peligros.

Muchos desafian los peligros en busca de querer descifrar los misterios.
El gran pelígro consiste en que Lucifer (Satánás, adversario) se reveló contra Dios y por ser el engañador, arrastró con él millares de ángeles que ahora son ángeles caidos, que por su rebelión fueron lanzados al bajo mundo; de ahí la palabra «demonio», o sea, del bajo mundo, por lo que un demonio es un habitante del bajo mundo.

Los demonios son los que se disfrazan y se hacen pasar por nustros seres queridos ya fallecidos.
Esa es solo una de sus estrategias para engañar.
A Satanás se le llama tambien «principe de la potestad del aire», por lo que sabemos que su esfera de actividad es la atmósfera.

Las personas que procuran averiguar del más allá, al igual que Eva, son presas de los engaños de Satanás y caen víctimas de los demonios que operan en los aires con el fin de seducirles y hacerles creer cuan privilegiados son por haber sido «escogidos» para tener conocimientos (esotéricos) del más allá y del mundo espiritual.

El mejor camino es conocer la Palabra de Dios, arrepentirse de vuestros pecados, buscar a Cristo, el Hijo de Dios y único Salvador y Redentor de la frustrada humanidad.

Dios te bendiga!!!

Andres!!!