Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir,se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáisí Juan 18:4.

Jesús sabía todo de antemano (2-2) continuación y final del lunes pasado

El lunes pasado meditamos en el hecho de que el Señor Jesús conocía de antemano lo que le iba a ocurrir. Esto fue un especial sufrimiento para él. Ningún ser humano puede experimentar lo que para el Señor implicaba saber todo por anticipado.

Sin embargo, junto al dolor que nuestro Señor tuvo que soportar, hubo algo más que él conoció por adelantado: ?el gozo puesto delante de él? (Hebreos 12:2). Sabía que después de las horas sombrías de la cruz, exclamaría: ?Consumado esí, que resucitaría de entre los muertos como vencedor de la muerte y que volvería al cielo. El que había glorificado a Dios iba a ser glorificado por él.

También sabía qué fruto debía resultar de su obra. Había hablado de sí mismo como siendo el grano de trigo, y había dicho: ?Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto? (Juan 12:24). ¿No veía ya el Señor al malhechor en la cruz, quien se volvería hacia su Salvador en el último momento? ¿No veía la multitud de los redimidos que rodearían su trono y lo adorarían? ?Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillasí. El Señor también conocía estas palabras proféticas del Salmo 126.

Así anduvo su camino con pleno conocimiento de lo que iba a sobrevenir en la cruz y después de cumplida su obra.