Para reflexionar…(08/01/07)
Un Castigo No Mís Necesario

«Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apart? por su camino; mas el Señor carg? en Él el pecado de
todos nosotros» (Isa?as 53:6).

«En cierta ocasi?n yo fui muy rudo y mi madre, con una vara
en su mano, llam?-me para ser castigado. Yo corr?,
fug?ndome, y ella no consigui? me coger. Era un ni?o pequeño
y muy vigoroso y mi madre no tenía como me acompa?ar en las
carreras. Sinti?ndose impotente delante de la situación, con
mucha tristeza ella coment?: «Yo me siento avergonzada por
haber educado un ni?o que no está dispuesto a ser
disciplinado por su madre al hacer algo de equivocado. Creo
que debo castigarme a m? misma.» Ella comenz?, entonces, a
batir firmemente sobre su propio brazo. Esto muy toc? mi
corazón y corr? inmediatamente para ella, lanz?ndome en sus
brazos y pidiendo que no si machacase más. Yo es que deb?a
ser corregido. Pero ning?n castigo adicional era más
necesario. Cuando yo crec? y me torn? adulto, la memoria de
este incidente me ayud? a entender el grande amor del Señor
Jesus Cristo que, de buena voluntad, tom? nuestro lugar en
la cruz.» (Leland Wang, el evangelista chino)

Es maravilloso saber que un día, el Hijo de Dios, nuestro
Señor y Salvador, el Rey de los reyes y Señor de los
se?ores, si ofereci? a venir a este mundo, y con inmenso
amor, tom? el nuestro lugar, sufriendo en la cruz del
Calvario el castigo que todos nosotros merec?amos. Él, allí,
pagaba el precio de todos los nuestros pecados, purificando
nuestro corazón, d?ndonos la oportunidad de estar nuevamente
en la presencia del Padre Celestial, sin cualquier tipo de
condenaci?n. Por Su sacrificio, todos nosotros podemos tener
el nombre escrito en el Libro de la Vida para siempre.

Hoy podemos nuevamente extender las manos para el alto,
adorar al Señor, cantar alabanzas de gratitud y seguir de
manos datas con nuestro Amigo verdadero. Es cierto que nada
merecemos, pero Jesus nos otorg? este regalo y tiene inmenso
placer que disfrutemos sus incontables bendiciones.

El a?o está comenzando y, al lado de nuestro Dios, con gran
j?bilo, tenemos la certeza de que cada día traer? momentos
de gran alegr?a y felicidad.

Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet
Autor de los libros(en Portugués): Despertando Para
Misiones, Mensajes Para el Corazón, Un Rayo de Sol Para Días
Sombríos, Mensajes Que Acarician El Alma y Mensajes de Vida
y Victoria
[email protected]
¡Sonría, Jesus te ama!

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