Las Notas Musicales

«Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren» (Juan 4:23).

Un hombre en la Orquesta Imperial de Japón no podía tocar una nota siquiera. Era una persona de grande influencia y riqueza. Exigió que le fuese dado un lugar en el grupo porque anhelaba presentarse delante del Emperador. El maestro concordó que se sentase en la segunda fila de la orquesta aunque no pudiese leer las notas musicales .»

Recibió una flauta y, cuando un concierto era iniciado, levantaba su instrumento, colocaba junto a los labios y mecía con los dedos. Él hacía todos los movimientos como si estuviese tocando pero jamás proporcionó un único sonido.
Esa escenificación se prolongó por dos años. Fue entonces que un nuevo maestro asumió el comando de la orquesta. Su primera decisión fue oír cada uno de los instrumentistas individualmente. Cada uno de ellos se presentó al nuevo maestro para ser evaluado. Llegó, pues, la vez del flautista.

Extremadamente preocupado, fingió estar enfermo. Un médico fue determinado para examinarlo y constató que Él no tenía ninguna enfermedad. El maestro insistió que el flautista si presentase a Él para que conociese su habilidad. Bastante avergonzado el hombre no tuvo otra salida sino confesar que era un fraude. Él no era capaz de leer las notas musicales .»

hasta que punto nuestro testimonio de vida cristiana ha presentado autenticidad Hemos participado, realmente, del trabajo del Señor o apenas nos colocamos entre el pueblo de Dios, con movimientos semejantes a los demás, pero sin cualquier compromiso o envolvimiento con la obra, usando la situación cómo disfraz para otros propósitosí

Entre los que profesan la vida cristiana, muchos presentan sus movimientos pero no pasan de engañadores. Algún día se verán delante del Juez del cielo y de la tierra, y su disimulación será revelada. Dios entonces separará los «falsos» de los verdaderos. Nadie podrá se esconder en la multitud. Todos tendrán que tocar delante de Él sus notas musicales .»

¿Y usted, conoce las notas musicales o ignora completamente al Señor Jesus, participando de su «orquesta» apenas como una distracción?

Paulo Barbosa