Lectura: Mateo 9:9-13

Pues para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia Filipenses 1:21

Leí acerca de una emisora de radio que tenía un programa de necrológicas. Su propósito era informar a los habitantes de la cominudad de cualquier muerte de sus ciudadanos ocurrida el día anterior,

En una de estas transmisiones, después de la entrada con la usual música fúnebre, el locutor dijo: Sentimos informar que ha habido ninguna muerte durante las últimas 24 horas…. tan pronto hubo dicho esto se dio cuenta de que lo que había dicho era improcedente.

Esta equivocación me recuerda lo que a menudo me descubro yo haciendo. Cuando escribo para expresar mis condolencias a alguien que ha perdido a un miembro cristiano de la familia, tengo la tendencia a decir algo así: Sentí mucho oír de la partida al hogar de su ser querido…….  Pero aquí hay algo más que no funciona. ¿ Estoy en lo correcto al decir  que lo siento? ¿ Que siento que alguien se haya ido al cielo? ¿ O que este con Cristo?¿Que siento que se haya ido a aquel maravilloso lugar donde no hay dolor, enfermedad ni sufrimiento?

Naturalmente, lo sentimos por los que se duelen. Duele ver los lazos humanos rotos por la muerte. Pero, ¿Deberíamos sentirlo por los que han partido para estar con Cristo? ¡Nunca! Estar ausente del cuerpo es estar presente con el SEÑOR

(2 Corintios 5:1-8)

Tenemos razones para regocijarnos, incluso en nuestro dolor.

EL OCASO EN UNA TIERRA ES EL AMANECER EN OTRA.