Habiendo pasado los primeros días posteriores al desastre sólo quiero darle gracias a Dios por el testimonio que viene dando nuestra iglesia frente a esta grave situación que a afectado miles de peruanos, donde ya se tienen mas de 500 muertos y donde conocemos de algunos cristianos, entre ellos dos pastores de la zona de Chincha que fallecieron en sus templos. Historias notables se vienen conociendo como la de un pastor que no quizo regresar a Lima por seguir escarbando entre los escombros buscando miembros de la iglesia. Historias de heroísmo y amor fraternal que sólo Cristo en nuestras vidas puede generar.

Son varias las organizaciones e iglesias evangélicas que vienen trabajando, el Pastor Pedro Arana y la Sociedad Bíblica por Huancavelica, la Iglesia Camino de Vida en las zonas mas afectadas, La Alianza Cristiana sobre sus iglesias, Paz y Esperanza, CONEP, FIPAC y otros esfuerzos como el de la iglesia del Ps. Miguel Bardales y muchas mas que vienen recolectando víveres para trasladarlos a la zona afectada. Todos apoyando y eso es algo que se deberá decir en el futuro.

Aún no podemos generar un trabajo conjunto y ese es el llamado que debemos hacer, ya que enfrentamos un segundo momento que es darle sostenibilidad y organización a la ayuda. Viene la convocatoria del voluntariado donde deben ingresar los profesionales: ingenieros, médicos, asistentes sociales, administradores para la logística. Este tal vez sea el momento de unirnos.

Finalmente pido que se fortalezcan nuestras comunidades evangélicas en las zonas afectadas y que se restituyan los cultos en espacios públicos. Este es un momento donde el pan y el agua tienen que venir con una palabra de apoyo, con un abrazo de esperanza, no sólo somos entidades caritativas, tenemos fundamentalmente un mensaje de salvación y esperanza. Es en la crisis donde se muestra el carácter del que hemos sido formados y la vocación de nuestro llamamiento.

Sigamos trabajando para gloria de Dios

Atentamente
JORGE MARQUEZ CHAHU
Presidente AEQUUS

Nota. AEQUUS ofrece camiones sin costo alguno para trasladar víveres a las zonas afectadas, avisar con un plazo de 48 horas de antelación.