Una razón para resistir
La palabra de Dios dice que en el final de los tiempos muchos apostatarán de la fe, otros serán muertos por su fe y aún los elegidos podrán ser engañados.
Satanás está haciendo que esta profecía se cumpla bombardeándonos más que nunca en la historia de la humanidad con tentaciones a manera de pecados sexuales, drogadicción, alcoholismo, adulterio, pornografía, falsas religiones, hechicerías, fornicaciones, idolatrías, divorcios y un inmenso etcétera.
Dios nos ayuda a resistir las tentaciones si ponemos nuestra fe en el Señor Jesucristo y en la esperanza que tenemos de un futuro mejor, sin todas esas cosas que nos apartan de Dios, pues esta es la promesa para todos aquellos que venciéramos en el nombre de Jesús.
«Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados». Hebreos 2:18.
«Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia». Romanos 6:14.
«Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman». Santiago 1:12.
La esperanza que tenemos en las promesas de Dios y de Jesucristo, es lo que debe predominar en nuestra vida.
Dios es fiel y Jesucristo nos dará la corona de la vida.
La palabra de Dios nos dice que perseveremos hasta el fin, que no sucumbamos ante las tentaciones, que esta vida estará llena de ellas, de sufrimiento y de pruebas, pero que confiemos porque Jesucristo ha vencido al mundo y grandes e increíbles cosas vienen en camino para todos los que amamos, creemos y obedecemos al Señor Jesucristo y a la palabra de Dios.
«Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada». Salmo 91 9, 10.
«… Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto». 1 Corintios 9:10.
«… ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad». Colosenses 1:6.
Hermanos, no desfallezcan ni caigamos en las trampas de Satanás, pues ya estamos en la recta final y pronto vendrá Jesucristo por su iglesia y el mismo enjugará toda lágrima y nos llevará a lugares que el mismo preparó para los que le aman.
No dejes tu primer amor, vuélvete a Jesucristo (Apocalipsis 2:4).
Recuerda de dónde te sacó el Señor y no permitas que Satanás te quiera hacer volver atrás.
No temas en nada lo que has de padecer, sé fiel hasta la muerte y Jesucristo te dará la corona de la vida (Apocalipsis 2:10).
Si has puesto tu fe en Jesucristo, pero retienes aún doctrinas que no agradan a Dios, idolatrías, prácticas contrarias a la voluntad de Dios, arrepiéntete y ponte a cuentas con Dios hoy mismo (Apocalipsis 2:16).
Al que venciere y guardare las obras de Dios, Jesucristo dará autoridad sobre las naciones (Apocalipsis 2:26).
Acuérdate de lo que has recibido y oído y guárdalo y arrepiéntete pues Jesús viene como ladrón y la hora se acerca ya (Apocalipsis 3:3).
La esperanza en Jesucristo es que el nos guardará de la hora de prueba que vendrá sobre el mundo entero, por eso, retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona (Apocalipsis 3:10, 11).
No seas tibio, porque al tibio Dios lo vomitará de su boca, sé celoso y arrepiéntete (Apocalipsis 3:15-17).
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo». Apocalipsis 3:20.
Tenemos la esperanza de sentarnos con Cristo en su trono, de ser hechos columna en el templo de Dios, de tener autoridad sobre las naciones y vencer a Satanás en Cristo Jesús.
Jesucristo nos dará vestiduras blancas y no borrará nuestro nombre del libro de la vida.
¿Por qué poner en riesgo una salvación tan grande?
El día de la salvación es hoy.
Ponte a cuentas con el Señor Jesucristo y entrégale toda tu vida a él.
Que te cambie y que te transforme para poder vivir conforme a la voluntad de Dios, lleno del Espíritu Santo y resiste aferrado a la esperanza bienaventurada que tenemos en Jesucristo, el fiel y verdadero, el primero y el último, el que vive y el que viene pronto.
«Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros». Apocalipsis 22:17, 20.
A Cristo sea todo honor y alabanza
Amén
Dios Te Bendiga.
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Devocionales Cristianos www.devocionalescristianos.org
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