Se llamó "Evangélicos", a principios del siglo XII, a aquellos grupos de cristianos que se mantuvieron al margen de la unión Iglesia Catolica-Estado.  Posteriormente, gobiernos europeos, lo aplicaron a las iglesias independientes, fruto de diversos movimientos de renovación de la iglesia cristiana con el fin volver a sus raíces más sencillas, siendo la Reforma (Protestante) del siglo XVI el de mayor impacto.

La denominación de "Bautistas" fue dada por otros a las iglesias que resultaron del movimiento de renovación surgido a principios del siglo XVII en Gran Bretaña y en otros países de Europa, caracterizándose, entre otras cosas, por la celebración sin ningún sentido ritual de la "Cena del Señor" y del bautismo(sólo por inmersión y sólo a los adultos), la participación de todos los creyentes en la adoración y evangelización, un fuerte énfasis en el estudio bíblico e impulso misionero, y el gobierno de la iglesia por todos sus miembros, no sólo los Pastores.

Las iglesias bautistas adoptan distintas formas de organización, según sus características.  Si bien inicialmente las iglesias se organizaban en torno a la asamblea y ancianos, actualmente podemos encontrar diversas estructuras y funcionamientos con la presencia, o no, de ancianos, pastor y pastora y consejo de iglesia.

Algunos de nuestros distintivos son:
– La máxima autoridad es la Biblia, la Palabra de Dios.
– La salvación es un regalo de Dios, que se recibe únicamente por medio de la fe en Cristo.
– La relación personal con Dios de cada creyente, sin otro intermediario más que Jesucristo.
– El sacerdocio de todos los creyentes.