LOS ASIENTOS VACIOS

 
Escuchó bien,  no estoy exagerando,  la palabra dice, que los que se hicieron cristianos asistían diariamente al templo para alabar a Dios, para compartir con alegría y sencillez tanto el pan de la palabra de Dios, como el pan material.

Qué lejos está la realidad de la iglesia de hace 2.000 años a la escena de la iglesia de hoy. Los lugares en los que se reunían los seguidores y la iglesia de Cristo no eran muchos, no eran majestuosos  ni decorados, pero estaban llenos de seres humanos que querían conocer y alabar a Dios.
 
 Hoy tenemos muchas iglesias y templos que son hermosos,  templos majestuosos e imponentes  que fueron construidos con la finalidad de que los bautizados en la iglesia de Cristo puedan asistir libremente para alabar a Dios,   conocerlo y sobre todo para ser alimentado de la palabra de Dios.
 
Jesús se fue para que el consolador : EL ESPÍRITU SANTO DE DIOS se quedará con nosotros y nos guiará a toda verdad .las iglesias y templos del mundo que fueron construidos con amplios espacios  y con  acceso libre para que la palabra sea predicada y enseñada.  Pero lo irónico y contradictorio es que la mayoría de las iglesias al momento de los servicios tienen más  asientos vacíos que ocupados.
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¿Qué paso?  Dónde quedó el esfuerzo, la sangre derramada por los apóstoles,  de  los doce  11 murieron mártires,  con dolor.  Derramaron su sangre y  así después de ellos miles y miles de mártires en África, Europa, luego en América. Fruto de estos mártires, fruto de la fidelidad de muchos  servidores del Señor hoy tenemos una iglesia fuerte.
 
Sin embargo los asientos vacíos de los templos, hablan de aquellas personas que quizás dicen- ¿y a mi que me importa la sangre de los mártiresí,  a mi no me interesa ni me beneficia en nada ir a sentarme una hora el domingo en la misa. Miles y miles de feligreses salen de sus casas el domingo, siguen una ruta, un camino pero ese camino parece que no fue el de la iglesia, por que nunca llegaron,  quizás se confundieron de senda  y se fueron por el camino largo, como le explicaba  Fidel a Fermín que quería llegar a la iglesia por el camino mas corto. Preste atención a la siguiente anécdota, pueda ser que alguna vez le haya sucedido.
 
Un día Fermín, después de mucho tiempo, decide ir a la iglesia, pero ya   se había olvidado el camino, la dirección  de como llegar al templo. Para ello recurre y pide orientación a su hermano Fidel, el que  pensaba que  conocía el camino a la iglesia.
-Hermano- dice Fermín – hoy es domingo y necesito ir a la misa, ya se me hizo tarde y no recuerdo como llegar a la iglesia,¿ me puedes indicar por favor el camino mas corto para llegar allí?
Fidel  toma la palabra y dice a su hermano Fermín:-  me vas a tener que disculpar hermano, pero el camino más corto para llegar a la iglesia lo desconozco, por que yo cuando  voy tomo el más largo.
 
¿Qué le parece?  Quizás muchos en vez de apurar nos para llegar a la iglesia, también hemos tomado el camino más largo. Este camino se ha vuelto tan largo, que por eso nunca logramos llegar, y ahí está nuestro asiento en la iglesia esperándonos.
 
Esta reflexión, es una invitación para todos aquellos que  por diferentes circunstancias  no han podido todavía decidirse regresar a la iglesia.  No se animan a asistir al templo por que piensan que son muy pecadores. Quizás crees  en estos momentos que tú lo sabes todo, que la iglesia es para los necios y tontos.  Puede ser que también te sientas demasiado ocupado, sin tiempo. Déjeme decirles que hay tiempo y mas porque hoy es el tiempo de la Salvación,  es tiempo en que te decidas a regresar a la iglesia, Dios está esperando por ti, como un padre espera el retorno de su hijo,   Hoy es tiempo de  decidirte a tomar el camino de regreso a casa. Empieza a asistir a la iglesia tu asiento esta vació esperando por ti.
 
Toma el camino a la iglesia pero no lo hagas por el camino largo y espacioso, por tal camino te perderás y nunca llegarás,  toma el camino corto, apresúrate, Jesucristo te espera  en la Iglesia para alimentarte con la palabra de Dios, Él está esperando por ti, para darte vida y vida en abundancia.

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