Santo Dios del universo, creador de todo lo que existe y que con tu mano has dirigido desde la eternidad, los confines de lo inimaginable.

Dios bueno y amoroso, que te condueles del necesitado, y que te levantas de tu trono para atender las necesidades de tus hijos.

Ahora llegamos ante ti, todos los que nos sentimos afligidos, tu sabes como se nos pone el corazon ante el terror.  Y tambien sabes como nos sentimos de fragiles, y desechados cuando las amenazas llegan sobre nuestras vidas, y como la presa en la mira del cazador, nos sentimos sin escape, acorralados e imposibilitados.

En este momento, padre amado, me uno al clamor de todas las ovejitas llenas de temor:

– por los endeudados
-por los desempleados
-por las mujeres traicionadas por los esposos
-por los esposos traicionados por las esposas
– por los hijos en drogas
– por los que han sido falsamente acusados
– por los que no pueden pagar su casa
– por los enfermos
– por los que viven en el extranjero y se sienten solos
– por los pastores que se han quedado solos
– por los que se sienten debiles
– por los que sufren amenazas de muerte.

y por todos aquellos que toda su vida han defendido el camino de la fe en Dios, y que ahora pasan momentos de grandes pruebas y luchas, y pese a toda esa carga, deben mantener el rostro erguido, testificando que Dios esta siempre con ellos.

Gracias Padre amado, porque siempre escuchas nuestras oraciones.

En el nombre de Cristo Jesus Amen.
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