Jesús predico una Fe y una esperanza para todos los seres humanos, su mensaje es sencillo y abarca a todos. Recordemos a Zaqueo, al publicano, a la mujer adultera, al malechor en la cruz, todos oyeron de labios de Jesús palabras como: "Hoy ha venido la salvación a esta casa", "Ni yo te condeno", Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso".
Jesús libero, vistió e hizo descansar al endemoniado Gadareno; curo al ciego haciendo lodo con su saliba y le mando lavarse en el estanque.

Todo esto hizo molestar a los religiosos de su época, quienes lo atacaron diciendo que "transgrede la ley", "no sigue la tradición de los ancianos", "es príncipe de los demonios".

Jesús hizo la Obra a la que fue enviado, no fue religioso, y por eso le mataron, creyendo que así harían desaparecer sus palabras y acciones; pero sus discípulos, testigos suyos, se preocuparon de propagar sus enseñanzas a cerca del Reino de Dios. Ellos no organizaron seminarios, ni manuales de doctrina o encubra das enseñanzas teologías, sino que su preocupación fue la de Anunciar las Buenas Nuevas a toda Criatura. Haciendo esto entregaron toda su vida.

Hagamos nosotros lo mismo, dentro y fuera de nuestras congregaciones.

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