por: Dr. Jose Luis Gonzalez

Que placentero resulta llegar a casa, quitarse la ropa de trabajo, ponerse ropa cómoda, y las sandalias viejas, que son una caricia para los pies, luego de una larga jornada.

Muy cómodo se siente todo nuestro ser, cuando es la hora de cenar, sin protocolos y en tu lugar favorito. Conoces muy bien el camino hacia tu trabajo y hacia tu casa. Estas muy bien identificado con las políticas de trabajo de la empresa para la cual laboras; disfrutas de tus estudios o de la experiencia que te capacita para desempeñar efectivamente tus funciones,  en tu iglesia, eres muy conocido, tu testimonio lo conoce toda la congregación y practica mente, llevas una  vida, que aunque no sea la de un millonario, por nada de la vida la cambiarías por otro ambiente, por la sencilla razón, que te sientes cómodo.
 
Pero, un momento!!,
 
no des por sentado, que eso durara por toda tu vida. La escuela de la fe, te asignara un periodo de tiempo, que trae cambios, pero mira, esos cambios serán para que crezcas espiritualmente y materialmente también. Te enfrentaras, a ciclos completos en tu vida, y etapas en donde tendrás que hacer cosas que jamas hayas imaginado, vendrán a tu vida.

Tendrás que cambiar  de ciudad, vender propiedades y buscar un nuevo empleo.
Si tu observas el pasaje de la Biblia de esta reflexión, podrás observar que los alfareros, se encontraban en medio de plantíos cercados. Allí nos podemos imaginar a los alfareros, trabajando la agricultura también, y además de eso, dice que estaban los terrenos cercados.
Allí hay un gran mensaje para nosotros, porque cuando Dios, desea cambiarnos de actividad, aun dentro de la misma labor cristiana, o labor secular, sentiremos que estamos cercados, y no podemos abandonar la nueva actividad, nos veremos sin posibilidades de huir de allí, y además de ser fieles en la labor, también debemos servir al rey, tal y como lo estaban haciendo los alfareros.

Ahora veamos algo mas, tu me puedes decir:
" pero ahora yo no tengo nada que hacer, estoy sin trabajo, y con todas las puertas cerradas"
 
mira, aquí te diré palabras de consuelo y de esperanza:
 
no te angusties mas de la cuenta, respira profundo, y que date tranquilo, porque aun esos días de aparente inactividad, están diseñados por Dios. También los momentos de ocio, cuando tu has sido un excelente obrero, Dios los programa, para ver nuestra reacción ante la es cases y la pobreza, y también como reaccionamos cuando El nos cambia el programa, cuando ya no podemos hacer lo que sabíamos, y ahora nos vemos como unos ignorantes ante el mundo que temblamos ante la inseguridad de la vida, porque todo el esquema para sobrevivir se ha agotado, cuando de pronto nos veamos, sin herramientas, y sin nada ni nadie que nos ayude a encontrar la solución al enredo de conflictos para vivir como un terrícola mas, que va al trabajo, cobra su cheque, luego va al supermercado, se alimenta, va a la iglesia el domingo, ve el partido de foot-ball y duerme.

Te darás cuenta cuando Dios te pondrá a hacer algo que no te agrada, aun desde el fondo de tu alma murmuraras, pero debes pedir perdón, para esperar en Dios, porque un nuevo ciclo esta llegando a tu vida, cobra animo, es tiempo de ser valiente aun sin fuerzas, olvidado y menospreciado.
 
Oración:

Padre amado, te rogamos por todos tus siervos que ahora se enfrentan a diversos cambios en sus vidas, que  sufren terriblemente, la soledad, el desempleo, enfermedades y hambre.

Ten misericordia, del que ha ido al extranjero, del que tiene que vender su casa, o del que su familia lo ha abandonado.

En el nombre de Cristo Jesús Amen