Estaba leyendo sobre las plagas de Egipto.  Moisés fue al Faraón para decirle que dejara ir al pueblo de Dios.   Pensé dentro de mi,  Moisés fue llamado para esa encomienda específicamente  para llevar al pueblo de Dios por el desierto,  hasta llegar a la tierra prometida.  Cuando Moisés escucho la voz de Dios en cada una de las plagas que azotaron al país de Egipto,  podemos ver primero a Dios hablando a su siervo y lo que le iba a acontecer al pueblo de Egipto.   Moisés actuó en obediencia en todo lo que el Señor le indico.
 
Cada vez que leo sobre esto me maravilla la grandeza de Dios y todas las señales que hizo en Egipto.  El Señor uso a Moisés en ese tiempo,  para cumplir con lo que Dios lo estaba llamando a que hiciera.
 
Cada uno de nosotros hemos sido llamados a cumplir con algo.  Nuestras circunstancias y la época son diferentes a las que vivió Moisés,   pero si actuamos en obediencia a lo que Dios nos ha pedido que hagamos,   en el tiempo de Dios y no en el nuestro,  veremos maravillas.   Solo tenemos que creer y descubrir dentro de nosotros,  que Dios quiere que hagamos para El.  Cual es el deseo ardiente que Dios ha puesto en nuestro corazón,  y así cumpliremos el llamado que hay en nuestra vida.
 
Si existe duda de nuestro llamado,  ir con corazón sincero delante de nuestro Señor y pedirle que nos muestre,  que El desea que hagamos en obediencia y ejercitarnos en fe para ponerlo en practica.