Son las cuatro de la madrugada, y ha sonado la alarma de mi radio reloj despertador en el día domingo, y aunque parece extraño, es para despertarme para asistir al servicio de la escuela Bíblica a las 10:30 a.m., porque deseo estar bien despierto para atender los dos viajes en mi vehículo que haré, trasladando a ciertos hermanos que no tienen en que transportarse.

La radio que esta transmitiendo es de Colombia y yo la estoy escuchando en los Estados Unidos de América, es un programa en vivo de llamadas telefónicas que hacen los familiares de las personas secuestradas, para saludarlos.

En cada llamada, se escuchan las voces entrecortadas por el profundo sentimiento de dolor, ya sea de una madre, un padre, una esposa, hijos y abuelos.

Una señora dijo que su hijita de seis años le había dicho que su hermano mayor estaba afuera esperando a que le abrieran, ella corrió y no había nadie, y que ya tenia cinco años de la espera en el vació del tiempo.

Eso me llevo a pensar, ¿como sera la angustia de esas personasí

Porque, ese es el resultado de una guerra, a la cual no le encuentran solución, en la cual están involucrados varios frentes en la batalla, cada uno protegiendo sus propios ideales, defendiendo sus principios, y justificando sus acciones.

Sabemos que todos sufren, cautivos, soldados y guerrilleros, todos pasan angustias, porque sus vidas corren peligro cada día.

Es necesario orar por todos ellos, la historia del pueblo de Israel, esta marcada por la cautividad y las guerras, pero cuando clamaban y ordenaban sus pasos, Dios los libraba de la cautividad.

Sabemos que muchas naciones están en guerra, pero es oportuno poner en oración a la tierra Colombiana, que no obstante su fama por las flores, sus músicos y sus bellas mujeres, es una nación donde gran cantidad de su población vive afectada por este conflicto mundialmente conocido, pero para el pueblo de Dios, las guerras son motivo de oración para cumplir nuestra labor de sacerdotes.

oración

Padre Santo, queremos elevar una oración por las naciones en guerra, para que esos pueblos se arrepientan de sus iniquidades y vengan tiempos de refrigerio.

Específicamente por la nación sur americana de Colombia, por todos los combatientes, por los civiles secuestrados, por los familiares en angustias y por los lideres, para que ellos puedan recibir la oportunidad de arrepentirse y alcanzar misericordia.

En el nombre de Cristo Jesús

Amen y Amen.